Sexualidad

Desmentimos los mitos más comunes sobre el sexo gay

Toda práctica sexual se disfruta, y no conlleva riesgos, si se realiza de manera adecuada.

En caso de requerir información más precisa, no dudes en consultar a un especialista en salud sexual. UNSPLASH/DIEGO SÁNCHEZ

Las relaciones sexuales de la población gay siempre se han visto envueltas en mitos, los cuales parten de la desinformación y prejuicios. Por eso, aquí te comentaremos algunos de estos y nos encargaremos de explicarte por qué no son ciertos.

Como aclaración, para esta nota nos centraremos exclusivamente en el sexo anal gay, práctica común con la que esta población del paraguas LGBTTTIQAP+ mantiene relaciones sexuales.

Mitos sobre el sexo gay (y por qué no son ciertos)

1. El sexo anal gay es doloroso

Realidad: Aquí habría que matizar el hecho de que cada persona tiene su propia tolerancia y punto de disfrute hacia esta actividad sexual, así que puede haber gente a quien el sexo anal sí le resulte doloroso.

Sin embargo, esta práctica puede resultar placentera cuando se realiza de manera adecuada y, por supuesto, consensuada.

¿Cómo puedes disminuir el dolor durante el sexo anal? El uso del lubricante, una estimulación anal previa a la penetración y la relajación te ayudarán a que la relación sexual sea satisfactoria.

2. El sexo anal gay conlleva un alto riesgo de transmisión de enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Realidad: La primera recomendación para practicar el sexo anal siempre será el uso de preservativos u otros métodos de protección.

Si bien hay evidencia de que el sexo anal conlleva más riesgos que oras prácticas sexuales, la transmisión de estas no es exclusiva de la población homosexual y menos si hay cuidados de por medio.

3. El sexo anal gay genera incontinencia fecal

Realidad: Si se practica con los cuidados convenientes, el sexo anal gay no causa incontinencia fecal.

Algunos cuidados anales que requieres si practicas sexo gay son, además de la higiene, una dilatación gradual previa a la penetración y hacerle caso a lo que tu propio cuerpo te vaya indicando (por ejemplo, cuándo detenerte para evitar un desgarre en la zona).

Consideraciones finales

Una sexualidad saludable es posible si te mantienes informadx, pero también, en caso de que lo requieras, no dudes en consultar a algún especialista en materia de salud sexual.

Más Noticias