De manera general, la asexualidad se define como la falta de atracción sexual hacia otros, y va de la mano con un poco o nulo deseo o interés por el sexo. Es importante mencionar que no tiene que ver con el celibato. Es decir, no se trata de personas que se abstengan de tener sexo (como los sacerdotes), sino de quienes, de forma natural, no sienten ningún interés (o muy poco) hacia el sexo. Tampoco tiene que ver con alguna enfermedad como la frigidez, que es la falta o disfrute de las relaciones sexuales. ¡No! La asexualidad es perfectamente normal y, de hecho, se cree que alrededor de 3 o 5% de la población mundial es asexual.
Aunque se encuentra dentro del paraguas de la diversidad, sigue siendo una identidad mal entendida debido a que generalmente es motivo de burlas (¿cómo es posible que no quieras tener sexo? ¿No estarás enfermo de algo?). Además, el hecho de que esté relacionada con lo LGBT+ genera otros problemas, ya que puede haber personas que se identifican como heterosexuales y asexuales al mismo tiempo (el bajo interés o deseo sexual no es exclusivo de personas que pertenecen a la diversidad); por lo que a quienes están a su alrededor les cuesta trabajo, por ejemplo, verlos en marchas del orgullo o participando en actividades sororas porque dudan de su sexualidad.
La asexualidad es muy amplia. Cubre varios espectros como, por ejemplo, desde gente que no siente interés ni sexual ni romántico hacia nadie hasta quienes, bajo situaciones muy específicas, sí tienen deseos sexuales. Como comunidad, los asexuales (también llamados ace) buscan que la sociedad no esté tan centrada en el deseo sexual ni que eso limite o imposibilite sus relaciones afectivas con los demás.
Es un hecho que el sexo está sobrevalorado hoy en día (lo vemos con normalidad a través de la publicidad o redes sociales), y lo tenemos presente todo el tiempo; peroaunque cueste creerlo existen personas que no lo ven como algo indispensable en sus vidas.
Si no conocías este término y esta nota ha despertado tu curiosidad respecto a tu propia orientación o crees que puedes ser asexual, puedes buscar más información o consultar a algún especialista (eso sí, cuida que con quien asistas conozca del tema y no lo trate de minimizar ni considere como anormal).