Con la reciente llegada de la Navidad y el próximo festejo de Año Nuevo no podemos dejar de lado una de las premisas más características de estas celebraciones y esta es la comida y bebida llegando inclusive a los excesos.
En México existe inclusive un título para la mezcla de todo este exceso gastronómico nombrado “Guadalupe-Reyes”, un aglomerado de festividades que engloba de el Día de la Virgen de Guadalajara (12 de diciembre) hasta el Día de Reyes Magos (06 de enero), donde la alimentación saludable y el ejercicio brillan por su ausencia.
No está por demás decir que lo cierto es que los hábitos poco saludables como la mala alimentación y el consumo excesivo de bebidas pueden conducir a padecer el síndrome de corazón navideño. Es decir, que la ingesta excesiva de alcohol y grasas saturadas sumadas al estrés, puede provocar la aceleración del ritmo cardiaco.
De acuerdo con un artículo de la doctora Cecilia Bahit, del sitio de noticias sobre salud, Medscape, es en Navidad y Año Nuevo cuando se ha reportado una mayor mortalidad y hospitalizaciones por infarto al miocardio.
También conocido como síndrome de corazón festivo contempla arritmia auricular inducida por alcohol, causa común de enfermedad en Estados Unidos y se asocia al consumo excesivo de bebidas de este tipo en individuos sin enfermedad cardiaca estructural.
Éste se acuñó en 1978 por el investigador Philip Ettinger, quien observó una relación entre este síndrome y el consumo excesivo de alcohol en la época decembrina.
De acuerdo con Medscape, el síndrome de corazón navideño es reversible cuando se realiza un diagnóstico temprano, se suspende el consumo de alcohol y se controla la arritmia.
Aunado a esto, en 2004 la revista médica Circulation publicó un artículo en el que habló del incremento de la mortalidad en Navidad y Año Nuevo, sobre cualquier otra época.
En éste se manifestó la relación de la mortalidad cardiaca alrededor de la fecha en la que se celebra la Navidad y otra en año Nuevo.
Recomendaciones para evitar el síndrome de corazón navideño
- Detectar los síntomas potenciales de infarto de miocardio (dolor de pecho, disnea), así como arritmias, palpitaciones, taquicardia y falta de aire, para pedir ayuda.
- Celebrar con moderación; comer en forma saludable y evitar el consumo de socio en pacientes con hipertensión o insuficiencia cardiaca.
- Mantener las rutinas de ejercicio habitual.
- No olvidar tomar los medicamentos a tiempo
- Manejar el estrés y planificar las exigencias.
Con información de SUN.
RSA.