De acuerdo con las encuestas de opinión a nivel internacional, más más de la mitad de las mujeres no se encuentran contentas o satisfechas con el tamaño o la forma de sus senos. Razón por la que, de ninguna manera no es de extrañar que la cirugía plástica para implantes de senos, que permite conseguir unos pechos casi perfectos sin ningún problema, sea una técnica médica tan popular en el mundo. No obstante, a los implantes existe una opción que, aunque no tan famosa como esta, ten puede ayudar a lograr la apariencia que deseas para tus senos: el lipofiling mamario.
Y es que no todas las mujeres están dispuestas a aceptar el hecho de que haya “objetos artificiales” como los implantes de silicón dentro de su cuerpo, incluso si los médicos y científicos del mundo garantizan su seguridad de salud.
La buena noticia es que el aumento de senos sin implantes es posible, existe este método alternativo. Para el aumento de senos se usa el lipofiling o lipofilaje: trasplante del propio tejido adiposo del paciente. El seno después de tal operación no solo se ve, sino que en realidad es completamente natural.
¿Qué es el lipofiling mamario?
El lipofiling de senos se hace a través de pequeños agujeros en la piel. El tejido adiposo se extrae del abdomen, los muslos u otra zona del cuerpo mediante un dispositivo de vacío especial y se trasplanta al área del pecho. Todas las manipulaciones se llevan a cabo bajo anestesia general, la duración promedio de la operación es de 2 horas.
El alcance del lipofilling no se limita al aumento de senos. Estos métodos también se utilizan para tipos más complejos de corrección estética, por ejemplo, corregir la tubularidad mamaria -la forma de las glándulas mamarias, similar a un tubo estrecho o un cono-.
Los injertos de grasa se usan a menudo para corregir asimetrías u otras deformidades de las glándulas mamarias, así como para la reconstrucción mamaria después de una cirugía oncológica.
Beneficios y desventajas de la lipomodelación de senos
Además de la ausencia de implantes, las mujeres que se han hecho lipofiling están especialmente contentas con el hecho de que en el postoperatorio no quedan puntos y no hay que temer que se noten las huellas del trabajo del cirujano.
En cuanto a las desventajas, la principal son las restricciones bastante graves asociadas con el volumen de grasa trasplantada.
Una mujer puede ser tan delgada que simplemente no tenga suficiente tejido graso para un trasplante. Es cierto que estos casos son muy raros; la práctica demuestra que incluso las niñas muy delgadas tienen la cantidad necesaria de tejido adiposo para el trasplante. Además, su calidad es incluso mejor que la de las mujeres obesas.
La dificultad de garantizar la “supervivencia” más completa, ya que la paciente necesita que las células grasas trasplantadas permanezcan en el pecho para siempre y no desaparezcan al cabo de unos meses.