El estrés, conocido como una respuesta de tensión (física o emocional) a una situación, puede repercutir y generar daños en la memoria disociativa.
De acuerdo con el Manual MSD, la amnesia disociativa es la pérdida de memoria cuyo origen está en un acontecimiento traumático o estresante, el cual produce una incapacidad para recordar información personal importante.
Además, según la Organización Mundial de la Salud, la memoria disociativa puede provocar discapacidad y adicción entre las personas mayores de todo el mundo.
Los síntomas pueden variar según la causa. La organización explica que la enfermedad puede afectar a cada persona de forma diferente, desarrollando signos dependiendo de la exposición y la personalidad del individuo.
Por ejemplo, en una fase temprana de la enfermedad, que suele pasar desapercibida, se presenta tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo y dislocación espacial, incluso en lugares conocidos.
De acuerdo con la Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, algunas afectaciones cuando se sufre de pérdida de memoria disociativa, producto del estrés, son:
- Cambios cognitivos.
- Pérdida de la memoria, que frecuentemente es notada por otra persona.
- Dificultad para comunicarse o encontrar palabras para expresarse.
- Dificultad con las habilidades visuales y espaciales (perderse mientras se conduce un vehículo).
- Dificultad para razonar o para resolver problemas.
- Dificultad para manejar tareas complejas.
- Dificultad para planificar y organizar.
- Dificultad con la coordinación y las funciones motoras.
- Confusión y desorientación.
- Cambios psicológicos.
- Cambios en la personalidad.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Comportamiento inapropiado.
- Paranoia.
- Agitación.
- Alucinaciones.
Ahora que ya lo sabes, ¡presta atención a tus niveles de estrés!
Con información de agencia SUN
JN