Como algunos sabrán, este mes es considerado el mes del orgullo para la comunidad LGBT+ y si bien no siempre se nos ha representado en los medios de comunicación de manera que nos podamos sentir orgullosos, lo cierto es que las cosas han ido mejorando poco a poco; es por ello que me gustaría hablar de la serie “The Last of Us”, una de las más recientes producciones en la que hemos tenido presencia.
En el tercer capítulo de la popular serie de HBO Max, se nos habla de Bill (Nick Offerman) y Frank (Murray Bartlett), una pareja que se forma en medio de ese caos. Fue un gusto para mí escuchar no de boca de personas de la comunidad, sino de personas que se consideran completamente heterosexuales, cómo la historia no sólo les impresionó, la consideraron una excelente inclusión sin sentirla forzada, y logró hacerles tomar un poco de conciencia de que al final del día, como es sabido (mas no recordado), seguimos siendo personas tan comunes como los demás.
Considero que, en parte, “The Last of Us” abordó aspectos importantes que regularmente se usan de forma negativa en los medios de comunicación y, por lo tanto, me gustaría destacar algunos.
1. La historia no se centró en la orientación de Bill (protagonista del capítulo), sino en su ingeniosa forma de sobrevivir al apocalipsis, siendo su relación un detalle más en la trama.
2. Bill no es el “clásico” ejemplo de hombre homosexual (no es afeminado, temeroso o incapaz de realidad labores “masculinas”). Todo lo contrario, Bill es un hombre con aspecto “masculino”, usa una barba frondosa y, para sobrevivir de manera bastante eficiente al caos, realiza un montón de actividades donde su fuerza es la clave: coloca armas, hace trampas, realiza todo un sistema de protección para poder vivir de manera pacífica, haciéndose cargo de sí mismo, algo muy alejado del estereotipo del hombre homosexual indefenso.
3. La serie no miente diciendo que son una pareja 100 por ciento feliz, pues deja ver que, como todas las parejas, tienen problemas; pero a diferencia de las representaciones comunes, las peleas se pueden arreglar negociando, no con muertes y violencia, algo que también se asocia mucho a la homosexualidad masculina.
4. Al conocer a Bill (que parece un hombre de entre 35 y 40 años), le revela a Frank que nunca ha tenido relaciones sexuales ni tampoco una pareja, lo cual nos aleja también del mito de la promiscuidad que siempre se asocia a la homosexualidad.
5. Bill y Frank son capaces de sentir amor el uno por el otro, ya que se nos muestra cómo los años, el cuidado del otro y su compañía, se vuelve la parte central de la relación; más allá de la atracción sexual que pudieran haber sentido al inicio de la relación. Como caso contrario, a los homosexuales se les considera personas que se dejan llevar por sus impulsos sexuales y no son capaces de dar o buscar un amor maduro.
6. Aunque el final de la historia es agridulce, ya que ambos mueren, es en un acto puramente romántico; algo que muy rara vez se atribuye a los hombres homosexuales, como si los hombres, en general, fueran incapaces de desear este tipo de amor.
Y bueno, podría hablar de más aspectos que fueron manejados de excelente manera por la serie, pero de momento sólo quisiera mencionar estos ya que, como lo dije al inicio, para estar orgullosos de quienes somos es muy importante que las personas nos vean como realmente somos y no como los medios de comunicación nos han hecho ver hasta hoy en día.