Opinión

Lo embarazoso de los roles de género

Por:  Diverso

El día de hoy quiero recomendarles una serie que encontré en Netflix: “El embarazo de Kentaro”. Lo curioso del tema y la idea de que sería de comedia hicieron que me interesara por verla, y con gusto descubrí que había mucho más que disfrutar de este título.

La primera sorpresa fue que toda la acción sucede en un mundo ordinario: No hay magia ni cosas fantásticas que expliquen tan extraordinario suceso; simplemente se menciona que un día, común y corriente, comenzaron a reportarse casos de embarazos en varias partes del mundo por parte de hombres cisgénero.

En particular, esto último llamó mi atención ya que en literatura LGBT+ suelen plantearse problemáticas similares; pero desde un universo donde esto es parte de ‘la normalidad’, por lo cual en esta peculiar situación no radica el conflicto de la historia. Aquí, sin embargo, se vuelve uno de los tantos conflictos a los que se enfrenta el protagonista ya que, si bien se menciona que para ese entonces ya han pasado 50 años desde que se dieron los primeros casos, aún no es algo normalizado y menos porque los roles de género son los mismos de siempre.

La historia se desarrolla en Japón, un país que actualmente continúa siendo muy machista y que, sumado a eso, tiene como otra problemática una baja tasa de nacimientos anuales, razón por la que dan apoyos económicos y académicos a las familias dependiendo la cantidad de hijos que tengan. En el caso de Kentaro, su embarazo no lo puede tomar a la ligera, y mucho menos con una carrera laboral exitosa de por medio.

La serie, que consta de ocho episodios, aborda la situación desde muchas perspectivas: sociales, personales, familiares o culturales; pero para mí una de las más interesantes es la de los roles de género. Varias veces se cuestiona la masculinidad del personaje ahora que se encuentra embarazado y también el valor de la madre como mujer, al no estar ella “ejerciendo su propósito de vida”.

Además, se habla de lo poco que regularmente se ve envuelto el padre en este proceso que se asocia a lo femenino y cómo los productos relacionados con el embarazo son enfocados al gusto “común” femenino: cosas rosas o con flores, esto sin tomar en consideración que, incluso dentro de la gran cantidad de mujeres que habitan el planeta, no a todas les parecen lindas aquellas cosas.

Kentaro necesita sobrevivir a sus propios miedos, prejuicios, dilemas laborales y, sobre todo, a los muchos cambios que se dan de manera hormonal, y todo sin dejar de ser el hombre que ha construido con mucho esfuerzo.

¿Qué es lo que nos hace “hombres” o “mujeres”? Eso es algo que constantemente se nos cuestiona a las personas de la comunidad LGBT+: Nuestra forma de vestir o nuestra elección de pareja nos llega a poner en lugares en donde muchas veces no queremos estar. Por tanto, es frecuente que cuando alguien conoce nuestra identidad sexual nos diga: “Ni pareces, lesbiana/gay”, como si esto nos obligara a actuar, pensar o sentir de determinada manera.

En lo personal, considero que contenidos como “El embarazo de Kentaro” no permiten abrir la perspectiva sobre la gran diversidad de personas y de formas de vivir la vida que hay actualmenteen nuestra sociedad. Además, creo que al plantear estas situaciones en personas heterosexuales nos ayuda a todos a cuestionar los inflexibles roles de género que a lo largo de la historia nos han hecho daño (los hombres no lloran oa las mujeres no les gustan los deportes), y nos permite reconocernos como humanos multifacéticos.

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