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¡"Perrhijos"! La opción millenial y LGBT+ para acceder a una familia

Con la llegada del siglo XXI los núcleos familiares han optado por diferentes dinámicas y estructuras en este caso con perros ("perrhijos") haciendo con mayor intensidad generaciones millenial y población LGBT+

Los llamados "perrhijos" se han estructurado como nuevas opciones de afecto familiar en pequeños núcleos familiares. UNSPLASH/Karsten Winegeart
Por:  Redacción Diverso

A partir del nuevo siglo (XXI) el concepto de familia ha ido cambiando y evolucionando con los años ,particularmente con la generación millenial y algunas personas de poblaciones disidentes como las LGBT+,esto tras observar que los actuales matrimonios jóvenes tardan en tener hijos o en su defecto deciden no hacerlo, en el caso sexogénerico de igual manera eligen dejar de lado esta estructura normativa,Adoptando así mascotas, generalmente perros. 

Cabe destacar que una vez que estos perros entrar al hogar son básicamente tratados como si fueran infantes, realizando dinámicas similares a la de un niño, un integrante hecho y derechos del núcleo familiar.  

Pablo Roger, medico veterinario especialista en comportamiento animal y especies exóticas, comenta respecto asta adopción de conducta en las llamadas “nuevas familias”. 

Algunos los tratan como si fueran bebés y otros como si fueran adultos chiquitos; algo muy común para ellos y que cada día se va extendiendo y normalizando más y más en esos núcleos familiares".

Esta novedosa percepción de la mascota, como perrhijo, se acuñó desde 2011 y se viralizó en las redes sociales; en el caso de los perros es perrhijo, cathijo con los gatos, hurhijo con los hurones. Quienes tratan a su mascota como si fuera su hijo o hija comenzaron a ser más evidentes, comenta Pablo Roger.

 Porque antes de viralizarse sucedía casi exclusivamente entre las paredes del hogar, pero poco a poco fueron mostrándose en Internet y saliendo a la calle dejando ver un trato de hijos a sus mascotas".

En medio de esta nueva tendencia existe una diversa gama de comportamientos que van desde dormir en cama con su perrhijo o vestirlo con las diversas prendas de moda en la web, hasta pasearlo en carriola en la calle o tenerle un asiento en la mesa para comer "en familia".

Especialistas explican esta realidad, con base en las estadísticas. Nacen menos bebés en la Unión Americana desde las últimas dos décadas, de acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos. 

La razón, la generación de los millennials (1982-1995) no están teniendo hijos o los tienen después de los 30 años; adicionalmente casi no se casan, aunque viven en pareja. Un reciente estudio señala que uno de cada cinco millennials prefiere no tener hijos y dedicarle su tiempo a su mascota.

El mismo reporte señala que estos jóvenes eventualmente buscan que su pareja ame a los animales con la misma intensidad y tampoco quiera tener hijos. Gus de 37 años, y Ruby, de 35, viven juntos desde hace ocho años, Ruby comenta que:

Desde el principio teníamos claro que no nos vamos a casar y tampoco vamos a tener hijos". 

Por su parte Gus, dice que de hecho él no podría estar emparejado con una mujer que viera esto de forma ajena, ya que ambos   conviven con sus perros, un macho de 10 años y una hembra de seis años: 

Yo no podría estar con una mujer que pensara diferente, simplemente no podríamos estar juntos. Para nosotros, ellos ocupan nuestro corazón y nuestro tiempo libre".

¿Cuánto se gasta en los “perrhijos”?

El gasto anual para mantener un perrhijo, de acuerdo con cifras de la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASAP, por sus siglas en inglés), en lo que se refiere a una manutención normal de comida, vacunas, aseo y seguro médico, está en promedio en 3 mil 500 dólares (59 mil 700 pesos), más o menos, dependiendo también la raza y el tamaño.

A lo anterior hay que sumarle al año unos mil 500 dólares más (25 mil 600 pesos) para juguetes, ropita, carriola y comida especial. Prever alguna enfermedad inesperada podría sumar al año entre 3 mil dólares (51 mil pesos) y 10 mil dólares (170 mil pesos), dependiendo cuántas veces se enferme y qué tipo de mal sea y si requiere cirugía.

Desde el inicio del siglo 21 estos insumos y servicios han crecido exponencialmente, según reportan sus propias cámaras de comercio y organizaciones profesionales. Reportes oficiales indican que en 2016 las ventas del mercado de mascotas o pet care fue de mil 664 millones de dólares, el cual se incrementó 47% para 2021, que fue de 2 mil 455 millones de dólares.

¿Qué dicen los expertos sobre esta nueva forma de familia con “perrhijos”?

A la vista de sociólogos y antropólogos hay una nueva manera de ver a la familia y a la sociedad, la cual debe ser estudiada con detenimiento y mucha responsabilidad para no herir susceptibilidades. El médico veteriario  Pablo Roger señana lo siguiente: 

No todo mundo está de acuerdo en el trato de mascotas como humanos o hijos. Hay personas que no lo aprueban, no lo toleran y lo consideran como falta de respeto".

Hay publicaciones en redes muy aplaudidas o criticadas, de jóvenes que aseguran querer más a su perrhijo que algún familiar o amistad. Por su parte el veterianrio especialista Juan Enrique Romero asegura: 

 Ellos tratan de justificar este tipo de afirmaciones diciendo que su mascota siempre les hace fiesta y corre a saludarlos cuando llegan a su casa y que en su familia o grupo de amigos no sucede así”. 

Lo que no se detienen a reflexionar es que su mascota responde, sí, al estímulo de cariño mutuo, pero por mucho, también "lo hacen por la dependencia alimenticia y el instinto de pertenencia", subraya Romero.

No sé por qué la gran mayoría de los jóvenes de hoy con perrhijos no se dan cuenta que estar estimulando constantemente a sus mascotas abrazándolas, besándolas, vistiéndolas, subiéndolas a un lado, bajándolas, etcétera, los llena de ansiedad. Luego ellos (los dueños) se cansan y los dejan [a las mascotas] con los nervios de punta y muy alterados; eso les hace daño orgánicamente”. 

Romero comenta la consideración de aspectos negativos como las interdependencias profundas: 

Cuando quienes están a cargo de la mascota crean una interdependencia tan profunda, que el sólo hecho de que él o ella se vayan a trabajar o salgan a comer o a divertirse un fin de semana, le generan a su mascota una depresión por separación, debido al apego, que la hacen sufrir".

Es fácil observar a quienes tienen perrhijos, sobre todo en las redes sociales donde cada mascota, incluso, tiene su propia página y ahí se muestra claramente el tipo de relación que tienen, en términos del siglo 20, mascotas y dueños.

Con información de SUN.

RSA. 

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