Debido a que se suele hablar mucho sobre la igualdad de género, te compartimos en esta nota dos definiciones al respecto y su relación con la población LGBT+.
1. Igualdad de género según la UNICEF:
“Significa que mujeres, hombres, niñas y niños deban gozar, por igual, de los mismos derechos, recursos, oportunidades y protecciones.”
2. Igualdad de género según el Gobierno de México:
“Es un principio constitucional que estipula que hombres y hombres son iguales ante la ley.”
Nuestro análisis
En ambas definiciones queda claro que la igualdad de género aplica desde la infancia e implica que, sin ninguna distinción, todas las personas tenemos los mismos derechos y deberes ante la ley y la sociedad en general.
Sin embargo, para ello toda sociedad debería permitir que cualquiera alcance su autonomía económica, física y política, así como garantizar el desarrollo pleno; pero en la práctica esto no siempre sucede.
La población LGBT+ y la igualdad de género
En primer lugar, nos llama la atención cómo ambas definiciones parten desde el binarismo de género y, en ese sentido, parecieran dejar fuera a quienes no se identifican ni como hombres ni como mujeres; y aunque podemos sobreentender que sí incluyen a cualquiera, no estaría de más actualizarlas.
Por otro lado, una cosa son las definiciones y otra muy distinta es la realidad, y estos son algunos retos que nos parecen importantes trabajar:
- Mejorar la educación para que se nombren y visibilicen todas las identidades y orientaciones dentro de las instituciones educativas; ya que generalmente las clases de sexualidad se enfocan en embarazos adolescentes, prevención de enfermedades de transmisión sexual y uso de preservativos; es decir, se asume el sexo como una prioridad/necesidad y, en oposición, en estos programas ni siquiera se mencionan la asexualidad o el arromanticismo como identidades posibles y/o válidas.
- Los estereotipos de género siguen estando muy marcados e influyen en la división del trabajo o expectativas de los padres, lo cual frustra a quienes no “encajan” en la normatividad.
- Por último, tenemos muchos prejuicios en la sociedad respecto a aquello que se desconoce y como prueba de ello podemos mencionar algunos conflictos que se han generado últimamente como el veto a deportistas trans (el caso de Australia) o la prohibición de hablar de temáticas LGBT+ a niñxs y adolescentes (en Florida, Estados Unidos).
Así pues, falta mucho por trabajar para que se logre una verdadera igualdad de género y no queda más que seguir luchando por ello.