Ya sea un simple vestido de 10 euros o una túnica del siglo XX, la vestimenta de la familia real británica juega un papel clave en cuanto a la simbología y mensajes que quieren dar al mundo, particularmente en momentos tan únicos como la coronación de un próximo monarca, tal como ocurrió este 6 de mayo.
Según los más expertos, la moda a través de la familia real cobró un importante sentido durante la coronación del rey Carlos III, el “eterno heredero” de la fallecida reina Isabel II. Para quienes son hábiles en la materia, explican que detalles que podrían parecer insignificantes como un broche, tiara, vestido o calzado podría tener un impacto directo en la opinión pública del pueblo británico con respecto a su rey y toda la familia real.
Jean Seaton, profesora de Historia de los Medios de Comunicación de la Universidad de Westmiste en Londres, explica que charlando entre profesionales de la información como periodistas que la moda utilizada en este tipo de eventos va más allá de la estética.
"La forma en la que viste la monarquía es importantísima pues captura la atención y es un vehículo para comunicar mensajes de poder, autoridad o solidaridad".
A juicio de la experta, importa incluso "la parte frívola tanto si se ponen un vestido de 20 libras que nos pondríamos cualquiera comprado en M&S, o trajes carísimos que nadie más se puede permitir".
La indumentaria "consigue definir la opinión pública y captar la atención ciudadana al mismo tiempo", afirma. En este sentido, la coronación es un poderoso escaparate para enviar un mensaje al mundo que aúne "modernidad y tradición", pese a que será "muy difícil hallar un equilibrio" para conciliar ambos conceptos, opina el profesor de Gobierno y Constitución de la University College London, Robert Hazell.
Durante la presentación de un informe sobre la monarquía británica, el experto observó que:
"La coronación es una ceremonia que data de hace más de mil años, totalmente ligada a la tradición (...) pero a la vez un importante papel de la monarquía es representar a la nación y, por ello, ha de representar al Reino Unido moderno y su diversidad".
En un artículo escrito para el citado informe, Jean Seaton señalaba que, hoy en día, las redes sociales pesan tanto en la opinión pública que "crearse una imagen se ha convertido en un elemento clave tanto a nivel político como comercial".
LAS VESTIDURAS Y JOYAS DE LA CORONACIÓN
En la coronación, las joyas, el vestido que llevó la reina consorte, la túnica de los monarcas o el cetro se convertieron en canales de comunicación.
Durante el acto se colocó un anillo especial en el cuarto dedo del soberano, que simboliza que está "casado" con el pueblo y se entregará otro (que se utilizó en la coronación de la Reina Madre- a Camila).
Esta escogió su propia corona, fabricada por la casa Garrard para la reina María, quien también fue reina consorte y coronada junto a Jorge V en 1911. Según la Casa Real británica, "es la primera vez en la historia reciente que se utilizará una corona ya existente para la coronación de una consorte en lugar de un nuevo encargo".
La corona fue modificada por el Joyero real, con joyas adicionales que rendirán homenaje a la difunta Isabel II. Siguiendo la tradición, los monarcas lucirán cada uno dos atuendos diferentes durante el servicio, a su llegada a la Abadía de Westminster y a la salida, estos últimos con un diseño más personalizado, una vez concluido el acto.
Con información de EFE.