El día de ayer a través de diversos medios se dio a conocer el hecho, histórico en nuestro país, de que el Juzgado Tercero de Distrito de Yucatán ordenó al Sistema Nacional de Salud dejar de considerar (y tratar) a la asexualidad como una enfermedad psiquiátrica, y aquí te detallamos la información.
El boletín para prensa fue compartido en redes sociales (X, antes Twitter) por el Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán, quien realizó el acompañamiento legal el caso junto con GIRE, organización feminista que trabaja en pro de mujeres y personas con la capacidad de gestar para que puedan ejercer sus derechos sexuales.
¿En qué consiste esta sentencia?
De acuerdo con dicho boletín, se trata de la primera sentencia en su tipo, en América Latina, en reconocer los derechos de la comunidad asexual.
Debido a orden federal del juez, el Sistema Nacional de Salud deberá dejar de considerar (y tratar) a la asexualidad como enfermedad psiquiátrica y, por tanto, deberá modificar su normativa para no discriminar a esta población ni tampoco para someterla a “curaciones” por su falta de atracción sexual.
Ante esto, el Sistema Nacional de Salud deberá diferenciar la orientación sexual de la falta de deseo por razones fisiológicas y médicas, así como capacitar a su personal en el tema.
Antecedentes
En diciembre de 2020, cinco personas asexuales de Yucatán presentaron demanda de amparo contra autoridades del Sistema Nacional de Salud luego de conocer que en México su orientación se consideraba como una enfermedad psiquiátrica.
Además, se tiene conocimiento de que en 2019 al menos 317 personas ace (que es como también se le conoce a quien se identifica como persona asexual) fueron canalizadas a tratamiento psiquiátrico en las clínicas de salud para tratar su falta de atracción sexual.
Importancia de esta sentencia
Si bien es cierto que algunas personas presentan disminución del deseo sexual por cuestiones fisiológicas o médicas, la asexualidad, como tal, es algo muy distinto, pues se trata de una orientación (no) sexual y es tan válida como cualquier otra.
Al ya no considerar la asexualidad como enfermedad psiquiátrica, el Sistema Nacional de Salud deberá capacitar a su personal para concientizar que el tener relaciones sexuales no es una obligación para las personas, no influye en la salud y que es un acto de discriminación indagar en la vida sexual de lxs pacientes, así como generarles estrés al hacerles sentir que su falta de deseo sexual es producto de un problema.