Según el informe difundido esta semana por el "Observatorio de Violencia LGBT+" con sede en Venezuela (organización no gubernamental creada para documentar la discriminación que experimenta el colectivo sexogenérico en el país sudamericano) informó 97 agresiones a personas de la diversidad sexual tan solo el año pasado.
Según el informe que la organización elaboró la ONG registra 97 casos de agresiones a miembros de la población LGBT+.
"Registró 97 casos de agresiones a personas de la comunidad LGBTIQ+, con mayor énfasis en los últimos seis meses del año", entre las que destacan acciones como humillar, gritar, ridiculizar, amenaza de muerte, acosar, golpear, herir y lesionar".
Además de lo anterior el Observatorio de Violencia LGBT+ resalta el borrado social que recibe esta población pese a la creación de leyes que promueven la protección de la misma además destacando:
"El no reconocimiento ni respeto a identidades de género", así como el despido de sus trabajos a personas por ser abiertamente LGBTI y la "privación de medios económicos".
Se trata, explica la organización, de 72 agresiones individuales y 25 contra colectivos, estos últimos vistos como ataques "que tienen como objetivo arremeter contra la población LGBTIQ+ en general o alguna de las comunidades que forman parte de ella".
Según el análisis de datos de la ONG, 63 casos corresponden a incidentes de odio, 22 a discursos que promueven la intolerancia y 12 están relacionados a crímenes, en los que se incluyen 11 asesinatos, un número reportado antes por otras organizaciones y activistas.
En cuanto a los agresores, 20 casos involucran a representantes del Estado "que forman parte de la dinámica de discriminación por motivo de orientación sexual, identidad, expresión de género y diversidad corporal, bien sean reales o percibidas", siempre según el observatorio.
Además, en algunos casos -un número que la ONG no precisó- agentes de las fuerzas de seguridad han actuado en discriminación de las personas LGBTI.
"Esto representa una vulnerabilidad aún mayor, ya que los espacios públicos, las autoridades y las instituciones del Estado, que deberían ofrecer seguridad a las personas LGBTIQ+, terminan convirtiéndose en agresores".
Subrayó la organización.
Con información de EFE.