El día de ayer un estudiante parisino de 14 años de edad fue detenido por la policía durante una clase por acosar a otra estudiante de 15 años, según medios locales.
La víctima, que se encuentra en proceso de transición de género, ni siquiera conoce en persona a su acusador, ya que ni siquiera van a la misma escuela; pero el nivel del acoso (palabras transfóbicas e incitación al suicidio en un grupo de Instagram del que ambxs son miembrxs) llevaron a las autoridades a actuar gracias a que el domingo el padre la víctima denunció el caso.
La detención ocurrió en Alfortville (en el extrarradio sur de París), previa autorización de la directora del centro educativo, y todavía está en vigor, según fuentes policiales.
¿Por qué hubo una respuesta tan inmediata?
La rapidez de acción de las autoridades llega después de que el caso de un nuevo suicidio de un estudiante de secundaria de 15 años, en este mismo mes, causara una gran conmoción en todo el país.
La familia de ese joven denunció que sus repetidas quejas a las autoridades regionales por el acoso que sufría su hijo no fueron atendidas, y en un momento incluso llegó a recibir advertencias de que podría ser denunciada por calumnias.
Ante la denuncia de falta de acción de las autoridades educativas regionales, el ministro de Educación, Gabriel Attal, pidió el lunes pasado "un electrochoque a todos los niveles" en la lucha contra el acoso escolar.
Con información de agencia EFE
JN