Siempre han existido personas trans: transgresoras, disconformes con las reglas, que no temen alzar la mano o salir a la calle como se les pegue la regalada gana, que cuestionan la heteronorma y luchan para que se les nombre como realmente desean.
Sin embargo, no todes somos conscientes acerca de aquellas expresiones, frases o preguntas que decimos y que resultan agresivas; y esto no necesariamente tiene que ver con agresiones físicas (porque recordemos que existen muchos tipos de violencia), sino con violaciones a su intimidad o a su vida privada.
Por eso decidimos hacer esta nota, para comentarte cinco cosas que no debes decirle a una persona trans.
1. “Es que sí pareces hombre” o “sí pareces mujer” (según sea el caso)
¡Esto no es ningún cumplido! Aunque nos parezca que nuestra intención sea buena al “alabar” al otre, lo único que estamos haciendo es caer en la heteronormatividad acerca de lo que es un hombre o una mujer. Este tipo de comentarios responden a estereotipos y se deben evitar porque la expresión de género es tan diversa como personas existimos, así que no existe una forma idónea de ser hombre o mujer, y mucho menos la apariencia física nos vuelve más o menos mujeres (o más o menos hombres). Finalmente, recuerda que las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres, no parecen.
2. ¿Y no te piensas operar?
Ni esta pregunta ni otras derivadas son inocentes porque su único fin es querer enterarse de un chisme y vienen del morbo. No nos incumbe conocer las razones por las cuales quiere o no operarse, ni cuántas operaciones se ha hecho ni nada por el estilo, ¡ni aunque se las vayamos a pagar, vaya!
3. Cambiarle el pronombre
Cuando conocemos a una persona, es importante interesarnos por saber con cuál pronombre desea que le nombremos y hay que aprender a respetar lo que nos diga. Frases como: “un hombre nunca deja de ser hombre, aunque se vista de vieja” (o similares), son lo más tóxico que existe porque estamos transgrediendo la integridad del otre y no muestran respeto.
Por tanto, si alguien desea que se le nombre como él, ella o elle así lo debemos hacer. No es válido cambiarle el pronombre ni por molestar (“fue de bromis, no pasa nada”) ni porque nos equivoquemos. En ningún caso es justificable. Recuerda mostrar el mismo respeto que deseas que te den.
4. “Ay, te veías mejor antes”
Si tu comentario no suma a la autoestima de alguien, es mejor guardártelo. A ninguna persona le gusta escuchar que antes era más inteligente, amable, delgada o atractiva; y en el caso de las personas trans tampoco es bueno hacer referencia a cómo eran antes de la transición. Es mejor centrarnos en el ahora y entender que, en el fondo, siguen siendo les mismes.
5. “¡Tranquila! De seguro estás así por las hormonas”
Los cambios hormonales no son motivo de burla, pues conllevan complicaciones que algunas personas trans sobrellevan mejor que otras, y también recordemos que no todes cuentan con apoyo de familiares o amigos. No sabemos lo que vive el otre y no hay que hacerle las cosas más difíciles de lo que ya le resultan.
SABER MÁS:
Que no seas una persona trans no quiere decir que no puedas mostrarle empatía. Seguro agradecerá que estés ahí, en la medida de tus posibilidades.
En caso de que requieras apoyo para comprender mejor a alguien de tu círculo familiar o de amigos que está pasando por alguna transición, busca ayuda profesional y también motívale a que haga lo mismo. ¡No seas una piedra en su camino, mejor sé su aliade!