Cuatro mujeres españolas (una teóloga, dos religiosas y una laica) se encuentran entre las pioneras que han participado por primera vez en el Sínodo del Vaticano, la asamblea que ha reunido en Roma durante el mes de octubre a obispos, religiosas y laicos de todo el mundo para abordar los temas más importantes para la Iglesia católica.
"No tengo la sensación de estar como un adorno. Hay personas a las que les cuesta aceptar la presencia de personas que no son obispos, pero hay que ensanchar la tienda y reubicarnos todos", afirmó el día de ayer la teóloga Cristina Inogés, elegida directamente por el papa Francisco y la única de las cuatro con derecho a voto en la asamblea.
En una charla organizada por la Embajada española ante la Santa Sede, Inogés celebró que Francisco "ha sabido quitar el cerrojo y abrir la puerta" para permitir que las mujeres puedan intervenir y votar en un Sínodo de la Santa Sede por primera vez en la historia.
Entre los 464 participantes que estos días han debatido temas tan variados como la eucaristía, la comunión, el celibato o las parejas LGTBIQ+ (el matrimonio igualitario como tema central), hay 85 mujeres; y entre ellas 54 tienen derecho a voto, junto a otros 364 miembros.
La presencia en esta asamblea organizada por el Vaticano, y además con el mismo derecho a voto que los obispos, ha supuesto todo un cambio de paradigma para esta teóloga española que tuvo que estudiar en una universidad protestante porque "su obispo no quiso firmar un permiso" para que estudiara en su diócesis.
"Ya no pedimos perdón y permiso por estar un sitio determinado de la Iglesia, es una realidad que asumimos por el bautismo", señaló Inogés, flanqueada por la religiosa nicaragüense afincada en España Xiskya Valladares, la religiosa de la congregación Hijas de Jesús María Luisa Berzosa y Eva Fernández, presidenta de Acción Católica General.
Fernández ha sido una de las personas laicas que ha podido expresar su parecer, "con absoluta libertad", ante los temas que día tras día han ido abordando en cada sesión.
"Es una responsabilidad, porque sabes que llevas la voz de todos los laicos y laicas de tu parroquia, pero ahora he escuchado la voz de laicos que están en parroquias de muchos lugares del mundo".
Por el momento, y a pesar del interés que suscita esta novedosa asamblea, no pueden comentar el contenido de las discusiones y reflexiones debido a que el papa ha pedido la confidencialidad de todos los participantes para evitar condicionar el debate.
Entre las personas que coordinan cada discusión figura María Luisa Berzosa:
"Yo no tengo ni voz ni voto. Me han puesto a callar, así que estoy escuchando".
Según Berzosa, cada sesión sigue una marcada rutina, "silencio, oración, escucha activa y discernimiento", y ella recomienda a los participantes "escribir lo que van a decir" para ordenar las ideas.
"Ha habido mucho empeño en las mujeres por formarnos, ya no podemos hablar de buena voluntad, tiene que haber fundamentos", advirtió.
Tras semanas de deliberación, el miércoles se conocerá la "Carta al pueblo de Dios" elaborada a raíz de estas sesiones y el sábado se publicará un documento de síntesis que regresará a las parroquias antes de una segunda convocatoria del Sínodo en Roma, en octubre de 2024.
En la difusión de esas conclusiones participará, sin duda, la religiosa Xiskya Valladares, con una legión de seguidores en sus perfiles de redes sociales y gran capacidad para conectar con el público joven en TikTok.
"Los algoritmos no nos favorecen, favorecen la polarización", sostuvo, aunque tiene claro que "el sínodo va ayudar bastante".
Con información de agencia EFE
JN