De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género de 2021, en México existen cuatro millones 600 mil personas que pertenecen a la comunidad LGBT+. Además, de manera alarmante, en 2022 se registraron mil 175 quejas por discriminación a la población LGBT+.
Por ello, Safe Zone señala que uno de los grandes desafíos es generar entornos sanos, seguros y confiables para dicha comunidad. Además, según el Inter-American Development Bank (IDB), los espacios urbanos suelen reflejar las relaciones sociales y pueden reproducir sistemas de dominación. Al respecto, Gabriela Valenzuela, fundadora de Safe Zone, comenta:
“Todas las personas tenemos derecho a la igualdad y a la no discriminación, este derecho fundamental engloba muchos temas. Entre ellos el poder disfrutar de espacios que nos permitan desarrollarnos libremente, con seguridad y confianza, sin injerencia ajena o coacción alguna. Sin embargo, en nuestro país aún queda mucho por hacer en el tema de discriminación. Lo cual genera dificultades para que las personas de la comunidad LGBTIQ+ podamos gozar de lugares libres y seguros".
La legislación actual es insuficiente
Actualmente, en América Latina, las leyes, políticas públicas, urbanas y de seguridad todavía son deficientes para garantizar el bienestar y la protección de las personas LGBT+ en espacios públicos y privados. De acuerdo con datos del informe "El prejuicio no conoce fronteras", publicado por Sin Violencias LGBT, entre 2014 y 2020, veinte personas con una orientación sexual o identidad de género diversa fueron asesinadas cada mes; es decir, casi mil 300 asesinatos registrados en cinco años, de los cuales 402 ocurrieron en México.
“Es fundamental que levantemos la voz y en conjunto desarrollemos espacios libres de violencia de cualquier tipo. Lugares que nos brinden seguridad, comodidad y nos permitan ser quienes somos sin cuestionamientos, además de permitirnos conectar y vincularnos con otras personas", puntualizó Valenzuela.
Finalmente, según el INEGI, al menos 81 por ciento de las personas de la sexodiversidad han padecido o tienen algún problema de salud mental como estrés o depresión. De ahí la importancia de movimientos como Safe Zone, quienes buscan fomentar la creación y evolución de espacios seguros y libres de violencia para la comunidad LGBT+.
Con información de agencia NotiPress