En un comunicado, la asociación GLAY (Gays y Lesbianas Asociados del Yumbo) advierte de que esos intentos se han llevado a cabo sin tomar en cuenta ni a los fundadores de esa fiesta reivindicativa ni tampoco al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, que trabaja con el colectivo en su organización.
GLAY rechaza “tajantemente cualquier intento de apropiación de este nombre para beneficio comercial y se opone enérgicamente a cualquier propiedad privada de un evento que nació de nuestra comunidad colectiva y su esfuerzo por lograr la equidad, la liberación y la visibilidad”.
Al respecto, denuncia que el caso de Maspalomas no es único y que “otras entidades organizadoras de eventos de Pride en todo el mundo han sufrido las consecuencias de estas prácticas por parte de operadores comerciales que buscan ganar dinero” con su movimiento.
El presidente de esta asociación, el neerlandés André van Wanrooij, defiende que “cualquier marca registrada o marca comercial relativa a Pride debería ser custodiada por el Ayuntamiento o, en caso de no ser eso posible, quedar en fideicomiso por parte la comunidad fundadora de GLAY para mantener el control siempre en manos no comerciales y de entidades democráticamente elegidas e instituciones”.
Por ello, añade, apoyan a la concejala de Turismo, Hacienda y Patrimonio Municipal de San Bartolomé de Tirajana, Inés Rodríguez, “en sus esfuerzos por asegurar que Pride continúe siendo un evento comunitario, abierto a todos y con la participación de toda la comunidad, trabajando codo con codo para asegurar el crecimiento continuado de este logro de éxito singular de Maspalomas”.