La Policía Nacional ha detenido en un municipio de Cáceres -España- a dos líderes de una “secta destructiva” que mantenía un discurso de odio hacia la homosexualidad, a la que tachaban de enfermedad, y para la que proponían terapias que consistían en mantener relaciones sexuales obligadas con la líder del grupo.
De acuerdo con lo que ha informado la Policía el pasado sábado, el día 16 de diciembre agentes de este cuerpo y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria detuvieron a un psicólogo y su mujer, quienes dirigían esta sociedad.
Se les acusa de su presunta participación en delitos contra la salud pública, lesiones, contra la libertad sexual, contra los derechos de los trabajadores, intrusismo profesional, coacciones, contra la integridad moral, blanqueo de capitales y asociación ilícita.
De acuerdo con lo que contó el diario Hoy la sociedad que diría la pareja promocionaba una serie de terapias psicológicas alternativas. Además de una finca en Cáceres, el matrimonio regentaba también un local en Madrid donde realizaban sus terapias una vez a la semana.
Se han encontrado más de 100 mil euros en efectivos, sustancias estupefacientes y documentos que todavía están por investigar.
Fungían como “terapia” contra la homosexualidad
El marido de la gurú tenía un título de psicología, lo que les daba cierta imagen de seriedad, pero los centros de los que se tratan no tienen ningún tipo de habilitación sanitaria o administrativa.
La policía cuenta que los arrestados usaban “técnicas de manipulación coercitiva” y no era raro que los afectados dejasen terapias médicas convencionales para acudir a esta terapia.
Los detenidos han realizado estas actividades durante 20 años. Su postura contra la homosexualidad era radical y decían que para curarla se necesitaba abstinencia y mantener relaciones sexuales con la líder del grupo. Los clientes han llegado al medio centenar de adeptos a los que aislaban del entorno familiar y se les daban funciones dentro del grupo.
Los casos más extremos mostraron un control total sobre los afectados hasta el punto de “no tener capacidad de discernir en qué lugar residir, qué estudios cursar o con quién contraer matrimonio”. La policía ha establecido que las demandas económicas de la pareja eran constantes.
Sorpresa de los vecinos
Valverde de la Vera, un municipio de 470 habitantes del norte cacereño, ha despertado este sábado “muy sorprendido” tras conocer que la policía ha desarticulado una secta:
“nadie sabía absolutamente nada” y sobre las personas detenidas pensaban que eran unos “hippies”.
”Es un grupo de gente que no tiene relación con el pueblo”, ha afirmado la alcaldesa de la localidad, Esperanza Mayero, después de que la Policía Nacional haya informado de la detención, en este municipio, de los dos líderes de una “secta destructiva” que mantenía un discurso de odio hacia la homosexualidad, a la que tachaban de enfermedad, y para la que proponían, como terapia, mantener relaciones sexuales obligadas con la líder del grupo.
Valverde de la Vera es “un pueblo pequeño en el que nos conocemos todos, pero esto ha estado enterrado, enterradísimo, hasta el punto de que no se ha enterado nadie”, ha indicado la primera edil.
Según ha expresado, estas personas vivían fuera del municipio, en una o varias fincas, “hacían su vida” y no tenían contacto con nadie de la población, ni con los comercios de la localidad ni con ningún bar.
Algunos vecinos pensaban que eran hippies o personas amantes de la vida rural, “pero no te puedes enterar de lo que hay realmente porque no prestas atención”.
La realidad es que “nos ha sorprendido muchísimo a todos”, ha indicado Mayero.
Con información de EFE.
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