Peter Tukson, cardenal católico de Ghana en África llamó la atención de manera internacional al desafiar la criminalización que viven los hombres gay en su país, afirmando debe de existir un sentimiento de comprensión.
Es hora de comprender la homosexualidad”.
Cabe destacar que este hecho ocurre en medio de un acalorado debate parlamentario respecto a un proyecto de ley, instrumento jurídico que propone penas extremas para los hombres gay de Ghana, por lo que las opiniones realizadas por el cardenal Peter Tuckson rompe la postura del sector católico del país el cual pide compresión en sustitución a la criminalización.
El cardenal Peter estable que la homosexualidad no debe de ser un delito penal, abogando por una mayor compresión al rededor de este tema por lo que su posición divide posturas, particularmente del clérigo más conservador los cuales consideran la diversidad sexual como “despreciable”.
No obstante, y pese a las críticas recibidas el cardenal Turkson invita a la educación como medio para lograr el discernimiento social entre lo que debería considerarse delito y lo que no, contrastando la búsqueda de ley en Ghana que endurecería las penas para los hombres gay de país africano.
¿Contraste con las ideas homofobicas de Ghana?
Cabe destacar que el cardenal Turkson contraste de manera interesante la postura oficial del sector caótico de Ghana ya que los obispos del lugar tachan la homosexualidad como pecado y delito, por otro lado el máximo representante de la fe católica, el Papa Francisco, expreso a inicios de este año que la homosexualidad no es un delito, ya que es una condición humana, no obstante, sí sigue siendo un pecado, al igual que la falta de caridad con el prójimo.
¿Cuál es la pena para los hombres homosexuales en Ghana?
En Ghana, el sexo gay es ilegal teniendo que cubrir con una pena de prisión de tres años, por lo que en este ambiente violento y discriminatorio las palabras del cardenal repercuten a nivel internacional.
En un contexto donde la homosexualidad se enfrenta a duras penalizaciones en Ghana, el cardenal Turkson aboga por la educación y la comprensión en lugar de la criminalización, desafiando así las opiniones mayoritarias del país.