"No bajar los brazos" y "seguir luchando" con el abrazo y con "amor" contra un odio que "no tiene sentido" es el mensaje que reivindicaron este lunes dos pioneras y activistas trans de Argentina y Uruguay en el Día Internacional de la Memoria Trans.
Impulsado en 1998 por la activista trans Gwendolyn Ann Smith en memoria del asesinato de Rita Hester en Allston -Estados Unidos-, el Día Internacional de la Memoria Trans está dedicado a la memoria de aquellas personas asesinadas como víctimas de la transfobia.
Es en este marco que el Gobierno de la capital de Uruguay organizó una doble jornada de actividades que, como como recalcó el director de la Secretaría de Diversidad de la Intendencia de Montevideo -IM-, es clave para "reflexionar" sobre un tipo de violencia "por el solo hecho de ser" que resulta "muy preocupante" y se da a nivel global.
"Es una instancia muy fundamental y por eso vamos a hacer un conversatorio específico sobre este día y un reconocimiento a Transur, un proyecto de la artista uruguaya Sofía Saunier de 10 años de entrevistas a personas trans del país […] y mañana una conferencia de la activista trans Vladi Luxuria", mencionó.
Para Miranda, contar con la presencia de la italiana Luxuria, la primera diputada trans de la Unión Europea, será uno de los puntos altos de la propuesta, pues ofrecerá "un diálogo entre Europa y América Latina" y será seguida de un cierre musical a cargo de dos artistas rioplatenses de la comunidad, Mocchi y Susy Shock.
Antes de participar de un conversatorio en la primera jornada, en la que se exhibieron en el Teatro Solís los cortos sobre historias de mujeres trans "La Gloria de Hércules" y "Vivir presas", la activista uruguaya Karina Pankievich y la argentina Marlene Wayar resaltaron la importancia de conmemorar este día.
Pankievich, que se autodefine como "una sobreviviente de la dictadura" y "pionera" en la lucha por los derechos de la colectividad LGBT+ dijo que recordar "a las que ya no están" es importante "siempre".
"Las tenemos que recordar siempre como luchadoras, como las pioneras que nos han dejado un legado que hoy por hoy tenemos que seguirlo cumpliendo, no bajar los brazos; al contrario, reforzar los esfuerzos, seguir conquistando espacios", recalcó, y recordó especialmente a Gloria Alves Mariño, quien le legó la presidencia de la Asociación Trans del Uruguay (ATRU).
También dedicó unas palabras a Gloria Meneses, la primera travesti de Uruguay y de Sudamérica, que, dijo, "supo marchar" con ella en la primera marcha por la diversidad del país, en 1993 y que en los años 50, cuando "ver a un hombre vestido con ropas de mujer era algo muy transgresor" se animaba a posar para fotógrafos.
Por su parte, Wayar dijo que venir de una Argentina que sufrió "un retraso" por elegir un gobierno de ultraderecha abiertamente "en contra" de los derechos de la comunidad la hizo estar aún más consciente de la importancia de tejer redes regionales y apostar al "abrazo".
"El abrazo es súper necesario porque a partir de ahí podemos trabajar en contra del odio. No queda otra que seguir luchando en el espacio que uno esté, porque sobre todo se trata de que niños, niñas y adolescentes no nazcan en condiciones tan horrorosas como las que nacimos y vivimos nosotras", concluyó.
Con información de EFE.
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