En entrevista con SUN, Ophelia Pastrana aseguró: "Yo soy quien soy porque hubo gente que abrió el camino para poder cambiar mi nombre". Por eso en su piel lleva tatuada la bandera de su natal Colombia y la de México, donde el gobierno le otorgó en 2018 el cambio de identidad como persona migrante transgénero.
Actualmente, Ophelia Pastrana lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ y, sobre todo, por los derechos humanos. Para ella, lo importante es la diversidad: "Es un espacio donde, por nuestras diferencias, nos unimos. He sufrido más violencia por ser mujer que por ser una persona LGBT+”.
"Ser mujer trans para mí viene con tanto orgullo como el decir que soy mexicana", aunque Ophelia lamenta que todavía exista gente que "piensa que las mujeres somos inferiores, ¿cuántas mujeres vemos en direcciones o presidencias? Así de fuerte es la presión patriarcal. Me da rabia".
Discriminación
"Por supuesto que hay discriminación". De hecho, Ophelia Pastrana tiene una demanda contra un restaurante porque le pidieron que no fuera a los baños. “¿A qué le temen? He escuchado historias muy fuertes, una amiga tuvo un accidente vehicular, llegó la ambulancia y le dijeron no llevo jotos y se negaron a darle la atención. ¿En qué momento abogan por no defender los derechos humanos?”
La diversidad
Por otro lado, Ophelia Pastrana destaca la importancia del apoyo familiar en torno a la transición: "Hay gente que está dispuesta a golpear a sus hijos, a correr a una persona menor de edad de la casa sólo porque se dejó el cabello largo. Es cruel".
"La diversidad es ver la vida de colores. No entiendo de dónde vienen las ganas de querer que tus hijos sean como una extensión de ti", señala.
Para finalizar, Ophelia Pastrana señala que el mayor reto de vivir en México es enfrentar la misoginia.
Con información de agencia SUN