El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y desde hace algunos años se realizan en México (así como en muchos otros países), en el marco del llamado 8M, varias marchas en diferentes puntos del país a fin de visibilizar las demandas de las mujeres, siendo algunas de estas “transexcluyentes”.
Para empezar, las marchas feministas transexcluyentes son aquellas manifestaciones que, como su nombre lo indica, excluyen a las mujeres trans de participar en ellas.
Aunque este tipo de manifestaciones han generado polémica y división dentro del movimiento feminista, hay mujeres que consideran que no todas las personas que se identifican o autoperciben como mujeres deberían estar presentas en este tipo de marchas.
Una de las razones para rechazar a las mujeres trans de estas marchas feministas es que el resto de las mujeres considera que la lucha por sus derechos debe estar dirigida por personas que han experimentado la opresión de género desde que nacieron como mujeres, es decir, por quienes han vivido como mujeres desde la infancia.
Sin embargo, hay quienes defienden la inclusión de las mujeres trans en estas marchas argumentando que todas las mujeres (siendo este entendido como un concepto diverso que abarcaría distintas formas de ser y expresar el ser mujer) deben ser consideradas como parte del movimiento feminista y luchar, juntas, por la igualdad de género.
Consideraciones
Que exista una diversidad de opiniones dentro del feminismo es natural y, de alguna manera, el debate en torno a la inclusión o no de mujeres trans en las marchas feministas es necesario para la evolución y apertura del movimiento.
Por último, lo más importante de cualquier marcha es que todas las personas, independientemente de su identidad de género, encuentren un espacio seguro para expresar sus demandas y luchar por sus derechos en un ambiente de respeto.