Al menos dos por ciento de las personas, a nivel mundial, se identifican como transgénero o dentro del paraguas de la diversidad (LGBT+). Sin embargo, según datos de la Universidad de Michigan, las pruebas o encuestas de salud les excluyen debido a que la manera en que registran el sexo o género.
Por ejemplo, de acuerdo con autores del estudio, la mayoría de las encuestas o estudios preguntan su sexo (biológico) o su género (constructo social), ¡como si fueran conceptos que siempre son iguales en todas las personas!
Por tanto, los participantes se ven limitados a responder con su sexo asignado al nacer, o bien, con su género actual; lo cual excluye a las identidades transgénero y de la diversidad genérica, aseguran los investigadores. En consecuencia, se incrementa la desigualdad, pues se reduce la exactitud e inclusividad del estudio o encuesta, y eso sin contar la falta de acceso al cuidado de la salud para dicha comunidad.
Análisis del estudio
Los autores llegaron a esta conclusión tras el análisis de una base de datos de Reino Unido con información médica de 487 mil 600 individuos. Se revisó la información cromosómica de cada participante y se comparó con el sexo reportado por los médicos durante el nacimiento; es decir, con datos utilizados por la base como sustituto del género actual del individuo.
Así pues, el análisis arrojó un total de 200 pacientes con discordancia en su sexo autorreportado e información cromosómica; y según los investigadores, en el 70 por ciento de los casos con esta discordancia, los expedientes médicos dieron cuenta de diagnósticos de rasgos intersexuales y de disforia de género.
Igualmente, identificaron en los registros médicos recetas para terapias hormonales de afirmación de género para personas transgénero. Por esta problemática y otras similares, los investigadores subrayan que la forma en que las metodologías clínicas actuales excluyen a las comunidades transgénero y de la diversidad genérica no puede subestimarse; ya que no corregirse esta distinción entre género y sexo en la investigación médica, no puede identificarse correctamente a grupos vulnerables, lo cual supone un problema de salud pública, aseguran.
Otra solución, señalada por los expertos, es tomar en serio la investigación inclusiva que se centra en comunidades con diversidad genérica midiendo tanto el sexo como el género de las y los pacientes, lo cual mejoraría el bienestar de las personas transgénero, no binarias e intersexuales.
Con información de agencia NotiPress