Desde 2003 se celebra anualmente cada14 de febrero el “Día Europeo de la Salud Sexual”, gracias a la importante iniciativa de la Alianza Europea de la Salud Sexual -ESHA-, organización no gubernamental -ONG- que intenta concientizar y sensibilizar tanto a hombres como mujeres sobre la necesidad de tener y perpetuar hábitos sexuales saludables.
Es importante recalcar que la salud sexual es una de las necesidades básicas del ser humano, por lo que que toma un protagonismo singular en la adolescencia y juventud, pero también en los sectores y grupos más olvidados o discriminados, como lo es la comunidad LGBT+.
Cabe señalar que el mismo colectivo mostró en los últimos días su intención de denunciar la discriminación que sufren y los “prejuicios determinados sanitarios”, especialmente las personas trans, quienes por lo regular no son atendidos en sus unidades médicas especializadas correspondientes.
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Ha sido la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) la encargada de visibilizar en mayor medida esta problemática, pues señalan que han sido varios casos de mujeres lesbianas o bisexuales que las que se les ha negado realizárseles citologías debido a que cuando señalan que “tienes sexo con mujeres dan por hecho que no existe penetración ni por tanto los riesgos asociados, cuando no es así”, menciona Tatiana Casado, miembro del Grupo de Políticas Lésbicas de la Federación Estatal LGTBI+.
Población trans, la más vulnerada
Por su parte, ha sido la coordinadora trans del grupo de Políticas Trans, Anna de Nicolás, quien relató cómo las necesidades en salud sexual especialmente de las personas trans continúan siendo ignoradas o incluso desconocidas por los especialistas médicos que en ocasiones “no saben ni siquiera que algunas mujeres trans no tienen que ser derivadas a ginecología, sino a urología”.
Asimismo, explicó que “también habría que hacer un acompañamiento a las mujeres trans que se hayan hecho una vaginoplastia, y actualmente tenerlo o no depende totalmente de la voluntad de la persona que te opere”.
“A mí misma, en una ocasión, se negaron a atenderme hasta tres médicos distintos y uno de ellos insinuó que podía tener VIH por ser trans”, compartió.
De acuerdo con un sondeo realizado por la Federación Estatal LGTBI+, solamente en 2020 más de un 50 por ciento de personas trans retrasa o anula sus citas médicas para evitar ser víctima de discriminación.
Ante esta situación, la representante del Grupo de Salud Sexual de la Federación Estatal LGTBI+, Alicia Martín, recuerda que “las mujeres LTB tenemos el derecho a recibir un tratamiento adecuado y acorde a nuestras circunstancias y no se puede seguir consintiendo que día tras día tengamos que enfrentarnos a los prejuicios de determinados sanitarios”, añadió.