El hecho de que una persona trans desee someterse a un tratamiento de hormonización no es el único requisito necesario para este, pues también es importante determinar si la persona es candidata para este tratamiento, para lo cual debe realizarse algunos estudios.
En primer lugar, es necesario mencionar que no todas las personas trans buscan tratamientos de hormonización, pero quienes lo hacen buscan alinear sus características físicas con su identidad de género autopercibida.
Para determinar si una persona trans es apta para recibir un tratamiento de hormonización esta debe someterse a una serie de estudios a fin de valorar su estado de salud y reducir al mínimo los posibles problemas.
Examen físico
Este examen va más allá de una revisión de rutina, pues debe incluir análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales, el colesterol, la glucosa y otros marcadores de salud.
También se realiza una evaluación de los órganos reproductores para descartar enfermedades o condiciones que puedan afectarse con el tratamiento hormonal.
Evaluación psicológica
Esta evaluación busca valorar la estabilidad emocional y mental de la persona trans, más que nada, para asegurar que el tratamiento de hormonización es decisión propia y determinar si la persona está preparada para entender y hacer frente a los desafíos y cambios asociados al tratamiento hormonal.
También esta evaluación busca identificar posibles trastornos de salud mental que puedan ser necesarios trabajar junto con el tratamiento de hormonización para ayudar de manera más integral a la persona durante su transición.
Consideraciones finales
Los exámenes mencionados no tienen intención de invalidar la identidad de género de una persona trans, sino asegurarse de que el tratamiento hormonal le resulte más efectivo y llevadero.
Además, los protocolos de salud aseguran el bienestar a largo plazo de quienes eligen iniciar un tratamiento de hormonización.