El antro gay “Monica's” nació en Guadalajara en junio de 1980, y de manera progresiva se convirtió en uno de los sitios más emblemáticos de la comunidad LGBT+ contra todo el prejuicio y panorama conservador de la ciudad.
Este bar que tenía como principal objetivo al público homosexual se inmortalizó gracias al trabajo de su fundador, Efraín Santacruz, quien curiosamente, se sabe, nació y creció en el seno de una familia católica pero acostumbrada a la vida nocturna.
Origen
El nombre de "Monica's" fue tomado del mismo de la madre de Efraín, Mónica Silva, quien se dedicaba a cantar música ranchera en otra cantina de Guadalajara llamada "Pancho's".
No obstante, fue la misma Mónica, con la experiencia que tenía en aquella otra cantina en la que también trabajaba sirviendo copas, quien fundó su primer sitio nocturno en la zona cerca de la antigua penal, mismo que, al evolucionar, se convirtió en lo después conocimos como el "Monica's", un espacio trascendental para lo que fue la vida nocturna LGBT+.
Ya en 1980 fue el propio Efraín, quien ya se identificaba como una hombre homosexual, quien coincidió con otros chicos LGBT+ dentro del lugar que él mismo ya se encargaba de administrar, y a puertas cerradas se divirtieron cantando, bailando y bebiendo.
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El grupo de amigos LGBT+ de Efraín continuó creciendo, y poco a poco, sin más difusión del centro nocturno que sólo el paso por propia voz fue que finalmente nació "Monica's".
Monica's se renueva
Años más tarde, en 1997, Efraín conoció a Jorge Lepe, quien se convirtió en la mente maestra detrás del espectáculo glamouroso que hizo tan famoso al bar. Jorge, quien era diseñador y trabajó varios años para la decoración de las Fiestas de Octubre tuvo la brillante idea de rediseñar los interiores del sitio, e hizo la decoración para sus grandes fiestas, tales como las fiestas mexicanas, halloween, día de muertos y hasta navidad.
El bar se hizo tan popular en Guadalajara también por su show trasvesti que Efraín tuvo que comprar dos fincas vecinas para poder extenderlo, y aún cuando ya tenía varias salas para bailar diferentes géneros y cuatro barras con más de 60 trabajadores en servicio la gente ya no cabía más en el recinto. Siempre había quien se quedaba esperando en la fila para entrar.
Pero todo lo que sube tiene que bajar, y eso fue exactamente lo que sucedió con este emblemático bar gay en 2016 cuando se suscitó un tiroteo en las puertas del centro nocturno. Aunque el show fue interrumpido, Efraín decidió que nunca más volvería a abrir el bar al encontrarse con la funesta escena que adornaba la entrada al recinto.
Los crímenes de odio y la inseguridad que comenzó a asolar la zona fue punto clave para que Efraín decidiera que lo mejor era cerrar el lugar sin ningún gran anuncio o previo aviso.
"Él [Efraín] inició y continuó este proyecto por amor a la comunidad y también lo terminó por amor", aseguró Jorge Lepe.
Actualmente, como parte de la exposición “Presentes. 40 años de visibilidad LGBTIQ+ en Guadalajara”, dentro del Ex Convento del Carmen se exhibe la recreación de este emblemático bar gay que mantuvo sus puertas abiertas de 1980 hasta 2017.