Si bien es cierto que la salida de alguien del closet ya no es un tema que debería causarnos morbo, cada que se revela la orientación o sexualidad de un artista de inmediato comienzan a generarse un sinfín de opiniones ya sean a favor o en contra (como si a la celebridad en cuestión le interesara saber, sobre todo, lo que opinan sus haters). Creo que en pleno siglo XXI ya deberíamos de hacernos a la idea de que cada quien es libre de decidir si habla o no habla acerca de lo que prefiere hacer en la cama y con quién, ¿no?
El problema, siento, sucede cuando se le obliga al artista a revelar su identidad, como se ha vuelto moda, a través de chantajes en los que, de no decirlo, se les amenaza con publicar alguna foto o video que consiguieron, por supuesto, de manera ilegal Saco lo anterior a colación porque, justamente, a finales del año pasado me movió y me incomodó cómo nos enteramos, a través de un simple tuit, queuno de los actores principales de una exitosa serie de televisión juvenil (basada en novelas gráficas) es bisexual.@Espero recordar el caso en concreto ya que, por obvias razones, no diré el nombre del actor. ¿Qué comentó en esa publicación? De forma breve, revela su (bi)sexualidad para luego criticar a quienes no entendieron el punto de la serie que lo catapultó a la fama.
¿A qué se refería con eso? A que en la serie interpreta a un chico que duda de su sexualidad y es él (repito: “él”) quien, sin preocuparse por las opiniones de los demás, decide cuándo revelarle sus sentimientos a su amigo y luego, juntos, inician una bonita relación. Entiendo que la serie sea un producto de ficción, pero de manera idílica esa debería ser la realidad para quienes nos encontramos dentro del paraguas de la diversidad: yo decido cuándo y cómo salir del clóset; e incluso, si decido no salir, también es válido.
Tres cosas fueron lamentables en aquel caso:
- Que el actor no pudo vivir lo mismo que su personaje.
- Que hayan sido los mismos fans quienes lo presionaron para que hablara de algo de lo cual todavía no se sentía seguro.
- Que los demás pudimos haber aportado nuestro granito de arena no compartiendo ninguna noticia al respecto, para que en unas cuantas horas aquel asunto se hubiese sepultado en el olvido.
Ojalá que este 2023 no se repita ningún caso similar y, en todo caso, que quienes hablen sobre su sexualidad sean como Alan Estrada o Jerry Velázquez, quienes lo hicieron por mero gusto. Esas son, en mi opinión, las únicas salidas del clóset que deberíamos aplaudir, leer, comentar y compartir.