El paraguas de la diversidad sexual incluye, al día de hoy, varias siglas, cada una de las cuales tiene como objetivo nombrar y visibilizar a una identidad distinta. Sin embargo, hay quienes consideran que algunas de estas son innecesarias; así que me gustaría aprovechar este espacio para comentar una pequeña reflexión respecto a las siglas LGBTTTIQAP+, ya que he escuchado comentarios burlescos respecto a por qué hay tantas letras o que cuántas más necesitamos.
Si bien es cierto que a lo largo de toda la historia han existido personas que no encajan en la heteronormatividad, las palabras que se han utilizado para nombrarlas han variado y, de cierta manera, evolucionando, pasando de términos ofensivos a reapropiativos por parte de la misma comunidad; pero también de términos genéricos a específicos para darle una voz propia a identidades que son distintas entre sí.
Así pues, por ejemplo, en el siglo pasado se utilizaba la expresión “comunidad gay” para incluir tanto a homosexuales (hombres) como a personas trans (término paraguas en aquel entonces para travestis, transexuales y transgénero) y a mujeres lesbianas.
Sin embargo, el asunto cambió un poco con la llegada, ya con boom en este siglo XXI, de las siglas “LGBT” (lesbianas, gays, bisexuales y trans), ya que cada una hacía referencia a una identidad que, si bien pertenece al paraguas sexodiverso, es distinta del resto; y cambió todavía mucho más cuando se le añadió el signo de “+” al final, así, “LGBT+”, pues dio a entender que hacían falta más identidades que no eran parecidas a las anteriores y demandaban su propia visibilidad. Esa es la razón por la cual, actualmente y después de varios acuerdos, se considera que las siglas de la diversidad son LGBTTTIQAP+ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis/transexuales/transgénero, intersexuales, queer, agénero/asexuales/arrománticos y poliamorosos), ¡pero no son las siglas definitivas!
Así pues, regreso a la pregunta del título: ¿Cuántas letras más necesitan las siglas LGBT+ para incluirnos a todxs? La respuesta es sencilla: “Las que hagan falta”. Si te fijas, el signo de “+” continúa apareciendo al final, en este caso, después de la letra “P”, vislumbrando la posibilidad de incluir, en algún futuro, a otras identidades que, tal vez, por ahora no cuentan con una gran representación o ni siquiera con un término con el cual se les pueda identificar, pero que son igual de válidas e importantes que las demás, porque en el paraguas de la diversidad cabemos todxs…