El mundo del entretenimiento siempre se ha movido por la cantidad de audiencia y popularidad de sus contenidos, así se trate de un artista, un producto cinematográfico, un libro, etc.
Pero para alcanzar buenos números el equipo de marketing se ha tenido que reinventar en esta última década, acorde a la "agenda de la diversidad" ahora se busca atrapar al público LGBT+, y qué mejor manera que pretender formar parte del colectivo y/o incluyirlos en sus historias y contenidos.
Pero ¿Cómo incluir a una parte de la población estigmatizada sin perder a su público más conservador? la respuesta, aunque siniestra y desdeñable es el controversial “queerbaiting”.
Haciendo uso del queerbaiting se puede atraer al público queer y a su vez conservar el resto de su audiencia que se denomina ajena a la comunidad LGBT+.
¿Qué es el queerbaiting?
Si no formas parte del colectivo LGBT+ es posible que esta palabra sea nueva para ti, pero no pasa nada, aquí te aclaramos todo.
El queerbaiting es una estrategia de marketing muy criticada por el público queer ya que por medio de insinuaciones no concretadas sobre contenidos LGBT+ en sus productos, funcionan de gancho, para llamar la atención del colectivo.
Es como disfrazar una historia normativa heterosexual cisgénero con una alusión LGBT+ que no pasa de una simple insinuación no canon.
Si aún te quedan dudas vamos a darte unos ejemplos:
- Artistas: Cuando una cantante que siempre ha tenido parejas heterosexuales y jamás se ha declarado de otro modo, sube una fotografía sugerente con otra mujer pero no aclara nada, solo sirve de gancho para que comiencen las especulaciones y la comunidad LGBT+ le ponga atención.
- Entretenimiento: Si toman dos mujeres o dos hombres de una serie o película para hacer insinuaciones sexuales o románticas sutiles, que nunca llegan a desarrollarse o aclararse en la trama, pero que sí atraen a la comunidad con una falsa y mediocre representación, estamos hablando de queerbaiting.
- Artistas: Si un actor o cantante comienza a vestirse ocasionalmente con atuendos fuera de la norma, pero que se contraponen con sus contenidos o posición sobre el tema, sin aclarar su estatus, también estamos hablando de queerbaiting.
Pero queerbaiting también es abiertamente fingir ser parte de la comunidad, porque las identidades queer no son un disfraz, no son un accesorio que se pueda quitar y poner, entonces decirse bisexual o gay porque “está de moda, es lo que gusta a las audiencias” es hacer queerbaiting en su máxima expresión.
Este tipo de acciones desmeritan los movimientos sociales que buscan la genuina visibilización de los colectivos LGBT+ y dan una imagen falsa de lo que es ser queer, además que toman sus identidades como mercancía.