Las mascotas, además de su compañía y amor, son una fuente de consuelo y confianza para las personas LGBT+, ya que los animales son incondicionales.
Las mascotas suelen brindan una valiosa compañía, algo importante en especial para quienes luchan contra la discriminación o falta de aceptación social.
Los animales no juzgan, además de estar ahí en momentos de tristeza, soledad o angustia.
Por tanto, se dice que las mascotas pueden ser una compañía crucial para personas LGBT+, estableciendo un vínculo afectivo sólido y seguro para expresar emociones y sentimientos sin restricciones.
Además, algunos estudios han demostrado que las mascotas ayudan a reducir niveles de estrés, ansiedad y depresión; beneficios que brindan alivio inmediato a cualquier persona, incluyendo a quienes forman parte de la diversidad sexogenérica.
Por último, las mascotas pueden ayudar a las personas LGBT+ a desarrollar habilidades sociales y comunicativas, como al pasearlas, interactuar con otrxs dueñxs de mascotas o llevarlas al veterinario, algo fundamental para el empoderamiento y la autoestima.