Enfrentarnos a una entrevista de trabajo implica, además de llevar un buen currículum y mostrarnos segurxs de cuáles son nuestras habilidades y aptitudes para el puesto, responder algunas puntillosas preguntas por parte de la otra persona; unas más incómodas (e innecesarias) que otras.
Si bien es común que en cualquier entrevista nos pregunten por nuestros trabajos anteriores, nivel de estudios o la experiencia afin que tengamos en el puesto que deseamos, preguntar sobre nuestra vida personal (MUY personal) suele parecernos problemático, especialmente a quienes pertenecemos al paraguas LGBTTTIQAP+.
¿Es discriminatorio que te pregunten por tu orientación o por tu pareja en una entrevista de trabajo?
Aunque no lo parezca, sí es dañino preguntar, directa o indirectamente, sobre la orientación sexual o la pareja durante una entrevista laboral, y más cuando esos aspectos, en teoría, ni siquiera influyen en el trabajo al cual aspiramos.
De hecho, este tipo de preguntas no solo son innecesarias y están fuera de lugar, sino que también discriminan, pues muchas veces van encaminadas a ‘descubrir’ la orientación de alguien y negarle el puesto de trabajo debido a que el personal (a veces el mismo de Recursos Humanos y no lxs jefxs) tiene LGBTfobia escondida.
La realidad es que la orientación sexual o identidad de género no repercuten, positiva o negativamente, en las competencias laborales.
Además, este tipo de preguntas generan incomodidad e inseguridad en la persona que está siendo entrevistada, lo cual podría afectar su desempeño de ahí en adelante (ya sea que sigan más preguntas o que luego deban responder algunos exámenes psicométricos).
Por último, es importante reiterar que este tipo de preguntas no tienen impacto en la capacidad de una persona para desempeñar un puesto, así como que todxs merecemos ser tratadxs con respeto y recibir igualdad de oportunidades.