A un día del popular “Día de las madres” es importante reconocer la labor que estás figuras realizan por las demás personas en su entorno inmediato, ya que con su ayuda complementan la vida de quienes existen a su alrededor.
Dentro del mundo LGBT+ existen las llamadas “madres drag” personas que a través de la circunstancias han compartido su cariño, afecto, experiencia y realidad guiando a otras artistas drag que por lo general van comenzando su camino artístico, social y personal.
Logrando ser un importante pilar para estás personas, quienes ven en su madre drag un punto de relevancia para su vida, trayectoria y sentido estético.
¿Qué es una “madre drag”?
En una definición amplia las “mamás o madres drag” son artistas que se desenvuelven en el arte drag, siendo las encargadas de enseñar, guiar, proteger y encaminar a quienes inician en este tipo de arte, compartiendo entre otras cosas sus conocimientos y consejos respecto a todo lo que la madre drag ha vivido a lo largo de su trayectoria artística e individual.
Ayudando a su “hija drag” a encontrar su propia identidad a través del arte, la presencia escénica y la estética drag. Cabe destacar que esta dinámica no está sujeta a edades ya que esto puede variar.
Importante resaltar que además de contribuir a su desarrollo artístico las madre drag también brindar un apoyo emocional y afectivo a sus hijas, teniendo en estas figuras una “familia elegida” ya que algunas nuevas generaciones LGBT+ enfrentan el rechazo y la discriminación de su familia de sangre.
Madres drag más conocidas
El arte drag es una de las expresiones artísticas más íntimamente ligadas a la población LGBT+, ya que desde inicios del movimiento estxs artistas han estado en la primera línea de fugo buscando la resistencia, justicia y reivindicación de los derechos LGBT+.
Algunas de las madres más icónicas que han existido y han adoptado este rol materno son la estadounidense Marsha P. Johnson, figura clave en los disturbios de Stonewall, lugar que dio origen a las Marchas del Orgullo LGBT+ , Crystal LaBeija, y la drag queen Lottie quienes buscaron la la protección y visibilidad de las personas latinas y afrodescendientes de la diversidad sexual, creando así su propio espacio seguro llamada “ball” (lugar de escena drag y artística para realizar pasarelas, bailes y entretenimiento) además en su contexto utilizaron por primera vez los terminas “casa” y “madres” cimentado las bases para todo a la cultura Ballroom, uno de los contextos más importantes en la historia LGBT+ de estados unidos y el mundo.