La rapera Villano Antillano, originaria Puerto Rico, con tan sólo 26 de años logró ser la primera cantante trans de la historia en entrar al top 50 global de Spotify por la sesión no. 51 con el DJ argentino Bizarrap (BZRP).
Nacida en Bayamón, un municipio cercano a San Juan, Villano se lanzó como rapera a sus jóvenes 19 años con su álbum Tiranía EP, y ha utilizado sus composiciones para hablar sobre la discriminación de género, la homofobia, el feminismo y la lucha por los derechos LGBT+.
Aunque en más de una ocasión la rapera ha asegurado no sentirse como una activista LGBT+ sí ha señalado la importancia y el alcance que la música tiene para liberarse de prejuicios y llevar un mensaje de justicia para el colectivo.
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Otras formas de existir
"Con la canción de Bizarrap llegué a un montón de gente y crucé una línea que no había cruzado antes. Eso se agradece y se atesora", compartió en una entrevista para Los 40. “La canción salió en el mes del Pride y mucha gente me preguntó, pero a mí se me trató desde el primer momento como una rapera más. Nunca hablamos del tema”, agregó.
De la misma manera, la también conocida como Villana, de 27 años, ha subrayado la una de las más importantes razones que la mantienen activa en la música: “recordar que hay otras formas de existir”.
“Nosotras, las pertinentes al colectivo, nos abrimos a experimentar con todo mucho más que las personas hetero, que siento que deberían hacerlo y por eso también creo que muchas personas conectan con lo que yo hago, porque el ansia de libertad es algo que quiere todo el mundo, no solamente nosotros. Todos queremos sentirnos libres de normas y paradigmas que nos encarcelan”, compartió para El Mundo.
Con este importante precedente que quedará para los albores de la historia, sin duda podemos asegurar que la Villano ha abierto una puerta para el colectivo LGTB+ hacia la música urbana, misma que difícilmente se volverá a cerrar.
Reconocida actualmente a nivel internacional por temas como “Mujerón”, a lado de la también rapera española Ptazeta, viene ocupando espacios en la industria de la música que, hasta apenas hace muy poco, sólo estaban reservado para unas minorías. “La muñeca, la Bratz, la top model de Mattel” se ha convertido en un ícono LGBT+ y ha llegado para quedarse.