Amada y odiada casi por igual, a Barbie se le ha acusado de perpetuar estereotipos de belleza, pero también se le ha aplaudido el “empoderamiento femenino” que representa. Sin embargo, ahora que ya se estrenó en cines su película con gran éxito, nos queda claro que la icónica creación de Mattel es mucho más que una muñeca.
Las dos caras de “Barbie”
De acuerdo con la profesora de estudios de Comunicación de la Universidad de Vanderbilt Claire Sisco, el mundo color rosa de Barbie no siempre ha sido tan amable como comienza a serlo en la actualidad.
"Barbie se creó en una sociedad sexista y sigue existiendo en ella. Creo que una de las problemáticas más grandes que plantea es que no importa que tan exitosa y profesional eres, tienes que ser bonita. Como si la belleza fuera igual de importante que las aspiraciones creativas o intelectuales", comenta.
No obstante, reconoce que los filmes como el de Greta Gerwig y las nuevas líneas de la muñeca que Mattel ha presentado con diferentes tipos de cuerpo y condiciones físicas, ayudan a mejorar la representación y a incluir socialmente a grupos que por años han sido marginados.
"En el pasado no había diversidad, hacían Barbies de diferentes nacionalidades una vez cada cierto tiempo. Ahora lo están haciendo muy bien. Hay muñecas con curvas, muchos colores de piel y hasta con necesidades especiales", celebra Tammy, una fan de 54 años que colecciona las versiones afroamericanas de la muñeca y de su pareja, Ken.
Por su parte, la psicóloga Yalda T. Uhls, directora y fundadora del Centro para Académicos y Narradores de la Universidad de California (UCLA), expone la importancia de reconocer que los juguetes son más que simples objetos.
"No podemos decir que Barbie es una simple muñeca. Los juguetes les enseñan a los niños cómo es el mundo y específicamente estos representan personas para ellos con los que practican cómo se relacionan los humanos", comenta.
Una relación como la que tenías tu ex, ¡de amor y odio!
Lexi llegó al cine con su amigo portando playeras con el nombre "Greta Gerwig" estampado. Su motivación principal no es Barbie, pues nunca tuvo una, sino ver la última película de su directora favorita.
"Creo que apoyando este tipo de películas en donde hay una gran diversidad de personas en cuanto a tamaños, género e identidad, le demostramos y demandamos a las grandes corporaciones que es el tipo de contenidos que queremos ver", considera la joven de 28 años.
El fenómeno que la película ha creado en términos de marketing y tendencias en redes sociales responde a la nostalgia que la muñeca creada en 1959 por Ruth Handler emana y al juego que Greta Gerwig plantea en su obra al retratar el conflicto "amor-odio" que la sociedad ha tejido en torno a ella.
"La película muestra estas complejidades y ambivalencias que Barbie representa y creo está usando la historia de la muñeca para interrogar las normas patriarcales de lo que debe ser una mujer y sobre lo que es el género", apunta Claire Sisco.
Expectativas
La cinta tuvo un presupuesto de 100 millones de dólares y tan solo en su primer fin de semana de estreno se espera que alcance de 95 a 110 millones de dólares.
Con información de agencia EFE