Según un informe del pasado 10 de mayo de la ONG Centro de Derechos de Mujeres (CDM), el 77 por ciento de las mujeres en Honduras han sido víctima de la ciberviolencia de género, aunque casi nunca lo denuncian.
"El 77 por ciento de las mujeres ha sufrido ciberviolencia como acoso, desprestigio, amenazas, robo de equipo, extorsión, suplantación de identidad, difusión de información íntima y abuso sexual relacionado con tecnología", según el estudio "Ciberviolencia contra las Mujeres" elaborado por el Observatorio de Derechos Humanos del CDM.
Formas de agresión
Las diversas formas de la violencia digital contra las mujeres se canalizan principalmente por las diferentes redes sociales, como WhatsApp, Instagram y Facebook, llamadas telefónicas y SMS, y añade la ONG:
"Las agresiones varían en función a diversas características de las víctimas: la edad, el nivel educativo o de escolaridad, la orientación sexual, la diferente identidad de género, la etnia y la profesión de las mujeres", indicó la organización feminista.
En entrevista a EFE, Helen Ocampo, la coordinadora del Observatorio del CDM, dijo que la ciberviolencia ocurre de "forma sistemática y con muy poca respuesta por parte del Estado".
"La ciberviolencia existe desde que empezamos a conectarnos por internet a finales de 1990, pero a medida aumenta el uso de la tecnología, la pandemia e incluso el que se abaraten los costos para tener conexión a internet, no sólo sirve para que la gente tenga información, sino como ventanas para posibles violencias contra mujeres", subrayó.
El acoso, la extorsión y la suplantación de identidad son los delitos cibernéticos más comunes, según Ocampo, quien también afirmó que la violencia digital es ejercida en muchas ocasiones por las parejas o exparejas de las víctimas.
Violencia machista digital
La violencia en internet "no tiene como fin el acoso cibernético en sí, en algunos casos es la captación de personas para trata de personas, para explotación, en el caso de las mujeres suele ser sexual, y en otros es generar mecanismos de control", enfatizó la activista.
Una situación alarmante
Según el CDM, todas las mujeres tienen riesgo de ser víctima de este tipo de violencia, aunque las menores de edad son más vulnerables. Sin embargo, la normalización de la violencia digital "dificulta" a las mujeres "los procesos de denuncia", además de que la mayoría no lo denuncia porque considera que "no tiene sentido", apostilló el Centro de Derechos de Mujeres.
Ante este fenómeno, la ONG pide la "urgente" aprobación de la Ley integral contra las violencias hacia las mujeres, fortalecer los mecanismos para aplicación de leyes y reglamentos, y promover medidas de prevención para sensibilizar e informar sobre las diversas formas de ciberviolencia.
Con información de agencia EFE