Estibaliz Urresola Solaguren, directora de cine español señaló el “adultocentrismo” que deambula alrededor de las infancias trans, esto al asumir que al ser menores de edad no tienen la capacidad para decidir y reconocerse como individuos trans.
Durante su estancia en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara en su edición número 38, la directora comentó:
"Hay muchos adultocentrismo en esa frase, (pensar que) nosotros los adultos y las adultas sabemos lo que es ser una mujer, lo que es ser un hombre. Sabemos quién está legitimado para decirlo y quién no, y no sé, igual no tenemos por qué entenderlo todo, simplemente hace falta respetar ciertas cuestiones".
Estibaliz presentó en el marco de la FICG su largometraje más reciente, titulado "20.000 especies de abejas", película de ficción que aborda cómo un niño de 8 años comienza su proceso de identidad como niña y el proceso que tiene frente a su circulo familiar y una sociedad en la que prevalece el binarismo.
“Cuando una niña cisgénero se expresa, con 4 o 7 años, como niña, nadie la pone en cuestión o si sabe que es ser una niña y, sin embargo, si lo hacemos con las infancias trans no, (se dice) es demasiado joven, cómo puede saber, no tienen madurez psicológica para saber quiénes son, pero ese sentimiento brota de un lugar que es un misterio muchas veces viene también con una claridad muy rotunda”.
La cinta vasca, estrenada en salas en abril en España, ha cosechado premios como el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista en el Festival de Berlín y la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga, por mejor película y el Premio a Mejor Actriz de Reparto.
ACOMPAÑAMIENTO FUNDAMENTAL
En 2018, Ekai, un adolescente transexual de 16 años, se quitó la vida en su domicilio de Ondarroa (España), motivado por los problemas para que fuera reconocida su identidad y tras no conseguir un tratamiento hormonal que frenara su proceso de desarrollo.
El caso conmovió a la directora quien realizó el guion de "20.000 especies de abejas", la quinta película en su carrera, con la intención de llevar un mensaje de esperanza a las niñas y niños y las familias que están pasando por este proceso.
"Ekai dejó una carta y en ella él vislumbraba un futuro más esperanzador para quienes vinieran por detrás y sí que tenía la sensación de querer hacer esa película, que conectara con aquel momento del 2018, por eso también esa película con un espíritu distinto, más luminoso, esperanzador".
Luego de trabajar con la Asociación de Familiares de menores trans del País Vasco con la que pudo conocer la historia de decenas de niñas y niños que tuvieron un proceso de identidad de género y quienes le contaron sus reflexiones acerca de este tránsito.
Urresola abogó porque las niñas y niños que están en este proceso sean acompañados por adultos que respeten las emociones por las que atraviesan y les animen a ser ellos mismos.
“Respetar a la persona que tenemos delante y observar cómo se siente cuando se le permite un espacio de expresión libre y cuando no. Y ante esa evidencia, ver cómo se relajan los índices de ansiedad de esa persona, cómo empieza a desarrollar otras cuestiones que no están necesariamente vinculadas con lo identitario sino con deseos, con gustos, con pasiones”.
Consideró que en este tránsito la familia es fundamental no solo para acompañar a la niña o el niño, también porque se genera un cambio en la manera en cómo las demás personas ven a esos niños.
“Todo eso había llevado a muchas familias a un lugar de mayor escucha y demás comprensión del otro y de la otra y de mayor reconocimiento mutuo. Y también, por otra parte, esta idea de que el tránsito no era tanto el que habían realizado estos niños y niñas, si no que si algo había cambiado era la mirada de los demás hacia hacia estos niños y niñas”.
La película seguirá su circuito en otros festivales como el de Bolonia, Israel y Helsinki además del Curtas Vila do Conde en Portugal, donde habrá una retrospectiva de las películas de la directora.
Con información de EFE.