De los cinco detenidos investigados por el asesinato de Edwin Chilaba, un activista keniano que se destacó por su lucha por los derechos de la comunidad LGBT+, cuatro de ellos hoy 31 de enero fueron puestos en libertad por falta de pruebas, mientras que el último, el principal sospechoso, se enfrentará a los cargos por asesinato.
El fiscal Anthony Fedha declaró ante un tribunal de la ciudad de Eldoret que el resto de los sospechosos no estaban relacionados con el crimen, pero sí el último: Jacktone Odhiambo, quien será acusado de asesinato.
El cadáver del joven activista, de nombre Edwin Kiprotich Kipruto, de 25 años, fue hallado el pasado 3 de enero dentro de una caja metálica en una carretera cercana, luego de que un hombre a bordo de una moto les dijo a las autoridades que un vehículo con matrícula oculta la arrojó allí.
Según el resultado de la autopsia publicado el pasado 12 de enero por las autoridades, el joven murió por asfixia después de que le "sellaran" la nariz y la boca.
"No podía respirar y murió poco después. Lo primero que encontramos fue que tenía la boca y la nariz tapadas con (pedazos de) pantalón vaquero. También tenía calcetines en la boca", declaró entonces a medios locales Johansen Oduor, patólogo del Gobierno.
De los cinco sospechosos, para los que la fiscalía solicitó el pasado 9 de enero 21 días más de detención para completar sus investigaciones, tres eran menores y tendrán que presentarse ante la Policía de manera mensual durante los próximos tres meses.
Odhiambo, un fotógrafo de 24 años y supuesto novio del activista, tendrá que someterse a un examen mental antes de que la Fiscalía presente cargos de "asesinato" contra él.
La portavoz de la Policía de Kenia, Resla Onyango, declaró a principios de enero tras el hallazgo del cuerpo que los agentes también incautaron el automóvil que supuestamente se usó para deshacerse del cadáver.
Una teoría que barajan los investigadores, según Onyango, es que un triángulo amoroso mal avenido pudo provocar el crimen, pese a que organizaciones pro derechos humanos vincularon la muerte a su orientación sexual por ser queer (término general para las personas que no son heterosexuales o cuya identidad de género trasciende la dicotomía hombre-mujer).
En este sentido, la Comisión para los Derechos Humanos de Kenia (KHRC, por sus siglas en inglés) afirmó que el diseñador "fue víctima de otro repugnante acto de violencia homófoba".
Chiloba, que residía en Eldoret, era conocido por llevar ropa tradicionalmente usada por mujeres en público y compartir sus fotos en redes sociales, pese a la estigmatización que sufren en Kenia las personas LGBT+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer).
En su última publicación en la red social Instagram del pasado 29 de diciembre, indicó que este año quería hacer crecer su marca de moda (Chiloba Designs) y empezar a trabajar para varias empresas.
El activista ya había sufrido un ataque el año pasado, en julio, cuando unos asaltantes todavía sin identificar lo golpearon por pertenecer a la comunidad LGBT+.
De los cerca de 70 países que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo en el mundo, 33 están en África, donde la mayoría de leyes de este tipo son herencia de la etapa colonial.
El Código Penal de Kenia castiga las relaciones homosexuales con hasta catorce años de prisión.
Con información de agencia EFE.