El día de ayer, por segunda vez en la historia, el Consejo de Seguridad de la ONU discutió los problemas específicos de las personas LGBT+ en conflicto y, al igual que la vez anterior (que ocurrió en 2015), se llevó a cabo durante una reunión informal en la que los Estados miembros escucharon testimonios sobre la discriminación que enfrentan estas poblaciones y los abusos que viven durante las guerras.
"Cada día innumerables personas son señaladas y sometidas a discriminación y horrendas formas de violencia, incluidos crímenes internacionales, con base en su orientación sexual e identidad de género", explicó el experto independiente de la ONU Víctor Madrigal-Borloz.
El encargado de vigilar la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género intervino por primera vez ante el Consejo de Seguridad y pidió al órgano que incluya oficialmente en su agenda la vigilancia de los ataques que sufren las personas LGBT+.
Oposición de algunos países
Algunos países mostraron su oposición, por ejemplo Rusia; que, aunque consideró que este colectivo merece ser protegido como el resto de civiles en conflictos, subrayó que no hay ninguna norma internacional en este ámbito que los señale como un grupo que deba ser tratado de forma específica.
La delegación rusa consideró que el Consejo de Seguridad no debe entrar en "interminables esfuerzos para designar nuevas categorías de personas que necesitan protección particular bajo la ley humanitaria internacional" y debe centrarse en medidas prácticas para beneficio de todos los civiles bajo las normas existentes.
Por su parte, China consideró que el Consejo no es el escenario apropiado para tratar esta cuestión y optó por no tratar en absoluto la situación de la comunidad LGBT+ durante su intervención.
Con información de agencia EFE