Elly Schlein, llega como bocanada de aire fresco ante el Partido Democrata (PD) italiano, el cual se encuentra al borde de su existencia tras derrotas electorales, siendo Elly la esperanza para darle un giro de izquierda y contestatario.
Elly Schlein se posiciono con un 53.8% de los votos, convirtiendo se en la primera mujer dirigente de de ese partido político, heredera del extinto Partido Comunista.
Su candidatura y virtual victoria promete un giro de 180° para sacar al partido de una evidente era de confusión y deterioro. "Queremos reconstruir un frente progresista competitivo y capaz de ganar (...) En resumen, debemos hacer como en España para evitar ser Francia" (el Partido Socialista gobierna el primer país y casi desapareció en el segundo)", resumió hace unos días en un encuentro en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma.
Precisamente su propuesta, que ha conquistado a los electores del PD, exige acabar con "las ambigüedades que han excluido a la izquierda estos años en Europa" y propugna "un solo proyecto de lenguaje fresco, métodos innovadores y nuevos contenidos y rostros".
"Elly" Elena Ethel Schlein nació en Suiza de familia italiana. Su abuelo materno era un partisano italiano, a la postre miembro del Partido Socialista, mientras que el paterno fue un judío que escapó a Estados Unidos de las persecuciones en Ucrania.
Su padre, el eminente politólogo Melvin Schlein, y su madre, experta docente de Derecho Público, Maria Paola Viviani, se asentaron con sus tres hijos en Suiza, aunque Elly decidió mudarse a la ciudad italiana de Bolonia (norte) en 2011, licenciándose en Derecho.
Fue en este feudo "rosso" donde dio sus primeros pasos como activista en un mundo, el de la política, que llevaba en la sangre. Llegó incluso a lanzarse como voluntaria en la campaña de reelección en 2012 del presidente demócrata de Estados Unidos Barack Obama.
Un año después fue una de los jóvenes activistas que formaron el grupo "OccupyPD" para asediar las sedes del partido y protestar contra el acuerdo de ese partido con la derecha "berlusconiana" para formar un Gobierno tras las -poco claras- elecciones de aquel año.
En las primarias del PD en 2013 apoyó la candidatura más izquierdista y minoritaria, la de Pippo Civati, y accedió a la cúpula del partido, desde entonces dirigido por un Matteo Renzi que acabaría sumiéndolo en una profunda crisis ideológica que arrastra hasta la actualidad.
En 2014 Elly Schlein resultó elegida como europarlamentaria, dedicándose en cuerpo y alma a la gestión comunitaria de la migración y combatiendo al ultraderechista Matteo Salvini, que por aquel entonces hacía campaña arremetiendo contra la inmigración irregular.
Un año después anunció su ruptura con el PD, abandonándolo como muchos otros en desacuerdo con las políticas liberales de Renzi. En 2020 concurrió en las elecciones regionales de Emilia Romaña en una lista progresista y ecologista apoyada por pequeños partidos escindidos del PD, con un éxito de votos que obligaron al ganador, Stefano Bonaccini, a nombrarla vicepresidenta.
Duró en el cargo dos años pues en las elecciones generales del pasado septiembre fue elegida diputada como independiente. No obstante, tras el varapalo sufrido por la izquierda, anunció su regreso al PD como hija pródiga y su candidatura para liderarlo.
Schlein, comparada a menudo con la estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, representa a una nueva generación de dirigentes políticos para una izquierda que, tal y como se constató en los mencionados comicios, no logra movilizar del todo a su electorado.
La primera mujer al frente del PD es una defensora a ultranza de los derechos LGBT -ella misma reconoció en televisión que tenía una novia pero que había "amado a hombres"-, cree firmemente en el federalismo europeo y considera esencial hacer frente a la crisis climática. Es hermana del matemático Benjamin Schelin y de Sussana Schlein, diplomática en la Embajada italiana en Atenas.
Con información de EFE.