Derechos

¿Por qué "salir del clóset" puede ser mucho más complejo de lo que pensamos ?

Aunque es un concepto bastante utilizado muchas veces esta acción pude durar toda una vida

Dada las enormes implicaciones que tiene "salir del clóset" este proceso puede ser para toda la vida. UNSPLASH/Moses Janga
Dada las enormes implicaciones que tiene "salir del clóset" este proceso puede ser para toda la vida. UNSPLASH/Moses Janga
Por:  Redacción Diverso

Salir de armario tiene muchas implicaciones para las personas LGBT+ ya que todo dependerá de los contextos sociales, geográficos, familiares y culturales en los que la personas saliente se encuentre, no obstante, este proceso personal puede ir más allá ya que salir del clóset para cualquier persona LGBT+ es totalmente persona e individual y que puede tener muchas implicaciones.

Tales  como la importancia del apoyo familiar, el peso del secreto, el estrés ante la necesidad de guardad el secreto entre otros factores más que podemos desglosar de forma individual, destacando que en ocasiones salir del clóset para algunas personas es un proceso que bien podría alargarse por toda la vida. 

La importancia del apoyo familiar


Puede que las actitudes en muchas sociedades estén cambiando, pero aún abundan muchos prejuicios contra la comunidad LGBT+ en todo el mundo.

En EE.UU., las personas LGBT+ tienen nueve veces más probabilidades que otras de ser víctimas de violentos crímenes de odio, según un informe del Instituto Williams, de la Universidad de California en Los Ángeles.

En Reino Unido, alrededor del 20% de los miembros de la comunidad LGBT+ han experimentado un crimen de odio en los últimos 12 meses, según una encuesta realizada para Stonewall, una organización benéfica que vela por los derechos de las personas LGBTQ+.

Por eso, no es de extrañar que más de dos tercios de los miembros de esta comunidad eviten tomarse de la mano con una pareja del mismo sexo en público. Tienen miedo de que la gente los maltrate.

Las familias no pueden proteger a sus parientes LGBT+ de todos los desafíos a los que se enfrentarán, pero la calidad del apoyo familiar que les dan puede marcar una gran diferencia.

De hecho, será un importante indicador del bienestar de las personas LGBT+ a lo largo de sus vidas. Sin embargo, expresar tolerancia y brindar un apoyo significativo no son lo mismo.

Los padres pueden tener muy buenas intenciones, pero es posible que no comprendan completamente lo que significa para sus hijos ser quienes realmente son”. 

Explica Rin Reczek, socióloga de la Universidad Estatal de Ohio, en EE.UU.

El peso del secreto

Varias investigaciones psicológicas han mostrado que ocultar elementos importantes de nuestra identidad representa una carga seria para cualquier persona.

Este sentimiento a menudo se puede convertir en una sensación visceral de impedimento físico. Un estudio realizado por Michael Slepian y sus colegas de la Universidad de Tufts arrojó que las personas que ocultan secretos importantes, como su orientación sexual, tienden a sobrestimar cosas como la pendiente de una colina o la distancia a otro objeto en una habitación, y están menos dispuestas a ayudar con tareas físicas como mover libros.

"Los secretos pesan sobre las personas", concluyeron los investigadores.

Ocultar una parte central de tu identidad también puede arruinar tu vida social. Las relaciones prosperan cuando se revelan pensamientos y sentimientos íntimos, y los grandes secretos son una gran barrera para eso.

A veces es mejor omitir la verdad


Incluso cuando alguien está "fuera del clóset", puede haber situaciones específicas en las que podría optar por permanecer en el armario por temor a una hostilidad o agresión no deseada.

En una conversación con un taxista, por ejemplo, alguien podría evitar mencionar a su pareja del mismo sexo para evitar una reacción negativa. Reczek enfatiza que ciertamente no debemos sentir la necesidad de salir del clóset cuando no nos sentimos cómodos haciéndolo.

Es bastante racional no querer compartir todo con personas que podrían ser homofóbicas o transfóbicas".

Por mucho que nos guste vivir abiertamente en todo momento, tenemos que sopesar los costos, que pueden superar los beneficios. Pero volver al armario crea otra forma de tensión mental.

Los efectos de ocultar tu identidad


Clayton Critcher, profesor de marketing, ciencia cognitiva y psicología en la Universidad de California, y Melissa Ferguson, quien ahora es profesora de psicología en la Universidad de Yale, realizaron un experimento que imita ligeramente la experiencia de una persona LGBT+ que oculta su sexualidad.

Pidieron a un grupo de personas heterosexuales tener conversaciones de 10 minutos sobre su vida familiar y sus citas románticas, sin revelar ninguna pista sobre su orientación sexual.

Si hablaban de sus de citas, por ejemplo, tenían que referirse a su pareja utilizando el género neutro. Hay que tener en cuenta que fue una simulación muy leve de la verdadera experiencia LGBT+, ya que no existía un riesgo real de ser agredido si cometían un desliz, además de que una única interacción de 10 minutos es mínima en comparación con tener que ocultar tu sexualidad constantemente.

Sin embargo, los participantes heterosexuales encontraron que la vigilancia mental y la gimnasia cognitiva eran muy agotadoras. Esto redujo sus puntajes en pruebas posteriores de razonamiento no verbal que se usan para medir el coeficiente intelectual.

El estrés de las minorías


Este tipo de interacciones, sus desafíos y el hecho de siempre tener que ser consciente de los prejuicios implícitos o explícitos dejan a una carga mental conocida como "estrés de las minorías".

Este tipo de estrés, causado por la discriminación, puede tener repercusiones a largo plazo en el bienestar mental, incluido un mayor riesgo de depresión y suicidio en comparación con las personas heterosexuales.

Ha habido la esperanza de que el estrés de las minorías disminuya a medida que cambian las actitudes en la sociedad.

Pero un estudio de 2022 no encontró evidencia de que esta brecha de salud haya disminuido en países como Reino Unido, EE.UU., Canadá o Nueva Zelanda.

De hecho, un estudio separado realizado por Rin Reczek y Hui Liu en la Universidad Estatal de Michigan sugiere que la brecha podría estar aumentando en las generaciones más jóvenes.

En el mejor de los casos, nuestros familiares pueden actuar como un amortiguador de nuestras ansiedades, haciendo que los desafíos a los que nos enfrentamos sean más fáciles.

Desafortunadamente, las interacciones familiares también pueden generar más estrés.

La peor situación es quizá la hostilidad absoluta y la LGTBI-fobia, pero hay otras formas en las que los familiares pueden aumentar la carga.

Reczek y su colega Emma Bosley-Smith, del Alma College en Michigan, exploran esto en su libro "Families We Keep" (Las familias con las que nos quedamos), una investigación sociológica sobre los vínculos entre los adultos LGBT+ y sus padres.

En la obra Bosley-Smith y Reczek entrevistaron a más de 75 adultos LGBT+, y un punto que surgió varias veces fue que los miembros de la familia no se tomaron en serio la conversación sobre "salir del clóset".

Algunos decían que era una fase o que simplemente estaban confundidos. Otros trataban de evitar hablar de ello.

 

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