De manera general, la literatura lésbica abarca textos (cuentos, novelas, minificciones o dramas) que incluyen representación lésbica ya sea a través de sus personajes o de los argumentos tratados (por ejemplo, salidas del clóset), independientemente de la orientación o identidad del autor.
Por su parte, se dice que un requisito para que un libro sea considerado erótico es que esté cargado de pasión; y créeme que no nos equivocamos con la selección de libros (todos escritos por mujeres) que te dejamos a continuación, porque hallarás tórridos romances y un montón de escenas sensuales y sexuales, ¡ideales para degustar este mes del amor!
Advertencia: no los leas en lugares públicos a menos de que quieras ver cómo pelan los ojos las personas que vayan al lado tuyo al leer fragmentos tan candentes.
1. “Las chicas con las chicas” (Egales, 2009)
Se trata de una antología española en la que se compilan 17 textos de 17 autoras y todas, en mayor o menor medida, conocidas por escribir literatura lésbica. Cabe mencionar que los relatos están ordenados de manera alfabética, por el apellido de las autoras.
Los relatos exploran diversas relaciones entre mujeres: parejas que siguen enamorados después de llevar mucho tiempo de relación; parejas que están atravesando alguna crisis que pone en duda sus sentimientos; exnovias que se reencuentran (y puede que el resultado sea bueno o no); relaciones de una noche; mujeres heterosexuales e insatisfechas dispuestas a explorar otras formas de amar y ser amadas; relaciones poliamorosas; por mencionar algunas. Debido al contenido, es importante aclarar que las escenas sexuales son bastante explícitas.
Por otro lado, también hay algunos relatos que se dan el tiempo de cuestionar ciertas problemáticas por las que cualquier persona de la comunidad atraviesa. Por ejemplo, en uno la protagonista recuerda haber sido descubierta por su padre en un momento íntimo con su prima; descubriendo con ello un goce en lo prohibido, en lo que no se puede hacer.
2. Bilogía: “Una isla para dos” (Amazon 2007-2008)
Se trata de una serie de dos libros escritos por Ruth Gogoll; la autora alemana que saltó a la fama con su novela lésbica: “Taxi a Paris”. El primer libro se titula: “Una isla para dos” y aborda una relación entre una mujer madura y una joven de 20 años, y es contado desde la perspectiva de Andy (la joven); quien conoce a Danielle, dueña de una empresa de publicidad, en un bar y al ver que está estudiando esa carrera, la invita a que haga prácticas profesionales en su trabajo.
A partir de ahí, ambas irán acercándose cada vez más. Sin embargo, Andy se siente usada por Danielle pues su relación pareciera solamente funcionar en la cama y después la olvida por completo; y las cosas se complicarán más cuando Danielle la invita a un viaje por el mar Egeo a cambio de dinero.
Por su parte, en “El contrato” se explora más la relación entre ambas, la cual marcha bien hasta que Danielle le pide a Andy que firme un contrato: para continuar la relación deberá aceptar ser su heredera.
En ambos libros se narran sus múltiples encuentros amorosos y, de fondo, hay una bonita historia de amor entre las protagonistas. Además, aquí se observa que las personas que están alrededor de las dos no tienen ningún conflicto con la sexualidad de estas (tal como debería de ser). En caso de que te quedes con ganas de leer más de la autora puedes darle un vistazo a sus otros libros de temática lésbica.
3. Trilogía: “Las mujeres libres” (2020), de Noemí Casquet
La trilogía está formada por los libros: “Zorras”, “Malas” y “Libres”.
Aquí, las protagonistas Alicia, Diana y Emily, tras hacerse amigas, deciden formar un club (parodiando al club de la pelea) donde puedan ser libres: libres para cumplir todas las fantasías que siempre han querido, pero que por tabúes o miedos han reprimido.
A lo largo de los tres libros tenemos mujeres explorando abiertamente su sexualidad, algo que ni en la literatura erótica es común ver (ya que priorizan alabar la figura masculina). Aparte, llama la atención que en estas novelas la palabra “zorras”, que comúnmente se emplea de manera peyorativa, pasar a ser reivindicativa, como dice la misma Alicia:
“…La primera vez que festejo que me llamen zorra. Es curioso, no lo siento como una ofensa, al contrario. Empodera. Me recuerda que nos han castigado, que nos han sometido, que nos han silenciado y que ahora somos nosotras las que mandamos. Aquellas a las que llamaban zorras, en este momento follan con la liberación.”
Por supuesto, el tópico a tratar importa más que la sexualidad de las protagonistas, quienes versan entre encuentros bisexuales, lésbicos y poliamorosos.
Sin importar cuál de estos libros elijas, creemos que disfrutarás con todas las situaciones plasmadas.
¿Qué otro libro erótico añadirías a esta lista?